El país del Medio Oriente intentará reducir la presión internacional para que frene su enriquecimiento cuando retome las conversaciones con Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania.
Teherán. Un legislador iraní encargado de política exterior dijo este domingo que Irán aumentará la producción de combustible nuclear pese a una posible reanudación de las negociaciones con las grandes potencias sobre su polémico programa de enriquecimiento de uranio.
Irán probablemente intentará reducir la presión internacional para que frene su enriquecimiento cuando retome las conversaciones con Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania. El lugar de reunión y la agenda de negociación aun tienen que ser acordados.
"Irán incrementará la producción de combustible nuclear para asegurar sus necesidades", fue citado diciendo Esmail Kowsari, miembro de las comisiones de seguridad nacional y relaciones exteriores del Parlamento, por la agencia de noticias semioficial Mehr, sin dar detalles.
Desde la última ronda de conversaciones entre Irán y las grandes potencias en octubre del 2009, Teherán ha seguido acumulando uranio de bajo enriquecimiento y ahora cuenta con suficiente para al menos dos bombas atómicas, dicen expertos, si estuviera refinado a un nivel mucho más alto.
Irán, un importante productor de petróleo, dice que sólo quiere el uranio para el funcionamiento de plantas de energía que den impulso a su suministro eléctrico.
En comentarios que podrían aumentar las suspicacias de Occidente de que Irán intentará evitar nuevamente tratar su enriquecimiento, Kowsari se sumó a otros funcionarios iraníes al afirmar que Teherán ni siquiera puede discutir su programa nuclear.
"Desde el punto de vista de la República Islámica (de Irán), el tema nuclear ha terminado y levantarlo en esta ronda de negociaciones no tiene sentido", señaló, según Mehr.
Funcionarios iraníes han dicho que Teherán estaría dispuesto a tratar temas de política internacional y economía.
Conversaciones similares el año pasado resultaron en un principio de acuerdo por el que Irán hubiera exportado gran parte de sus inventarios de uranio de bajo enriquecimiento a cambio de combustible altamente enriquecido para un reactor en Teherán que produce isótopos para el tratamiento del cáncer.
Tal acuerdo se deshizo cuando Irán se echó para atrás en sus promesas y luego comenzó a producir uranio altamente enriquecido por sí mismo, aumentando las preocupaciones de Occidente sobre un avance hacia el umbral de grado de material para armas.