Muchos dicen que las estadísticas oficiales no reflejan el impacto real de la inflación para los iraníes.
Dubai. El reforzamiento de las sanciones de Occidente contra Irán por su polémico programa nuclear está generando mayores complicaciones a nivel social y financiero para millones de habitantes en todo el país.
El embargo de la Unión Europea contra el petróleo iraní entró en vigencia plena el domingo, en un esfuerzo conjunto con EE.UU. para forzar a la república islámica a detener las actividades que las potencias dicen puede significar una amenaza militar, pese a la negativa de Teherán.
Las medidas, que refuerzan la primera fase del embargo y las sanciones impuestas al banco central iraní desde comienzos del 2012, seguramente generarán más preocupaciones económicas, en medio de los aumentos de precio y una creciente desocupación.
El profesor universitario Ayhan estimó que el costo de vida en Teherán han subido más de dos tercios en los últimos dos meses. "Es realmente una locura", dijo. "Los precios no están estables en estos días, aumentan cada día".
Dijo que el precio de la carne roja subió al doble en pocos meses. "Esto pasa mientras las fábricas en los alrededores de Teherán están paradas y la gente no tiene trabajo", afirmó.
Una serie de conversaciones con residentes de la capital iraní reveló preocupaciones similares, junto a los comentarios de que los precios suben mucho más que lo que indican las estadísticas oficiales.
Al igual que Ayhan, nadie quiere dar su nombre completo cuando habla de los problemas.
Azaam, una mujer casada de 32 años, nunca antes había tenido que salir a buscar trabajo, pero eso cambió. "Se ha vuelto difícil para la gente normal tener una vida normal", explicó.
Los iraníes que tienen una mejor situación económica ven sus ahorros desaparecer con rapidez y han estado pidiendo que se les permita comprar oro o monedas fuertes por los temores de un colapso de la moneda local.
Una ejecutiva que pidió no ser identificada señaló que todavía hay mucho dinero para hacer con los contratos gubernamentales.
"El sector del gobierno está bien, hasta expandiéndose", explicó. "Pero el sector privado ha estado sufriendo mucho en los últimos nueve meses. El volumen de venta de muchos negocios privados ha caído más de un 70%", agregó.
En tanto, el desempleo ha aumentado mientras la inflación anual a marzo alcanzó el 21,5% y las compañías han visto crecer sus costos operativos y de importación.
Muchos dicen que las estadísticas oficiales no reflejan el impacto real de la inflación para los iraníes.
Las compañías que importan bienes luchan para sobrevivir por la caída del rial, que ha perdido más del 40% de su valor frente al dólar desde comienzos del 2012.
El año pasado, la prensa local informó que se perdieron decenas de miles de empleos mientras empresarios de todos los sectores veían sus negocios amenazados.