El jueves, el Ejército israelí elevó su nivel de alerta y suspendió los permisos de salida de fin de semana a oficiales y soldados a causa de la preocupación de Tel Aviv en torno al recrudecimiento de los combates en Siria, y una supuesta entrega de armas del gobierno de Assad a Hezbollah.
El ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, informó que dio órdenes al Ejército para que se prepare para una posible intervención militar en Siria.
Será en caso de que el Gobierno de ese país intente entregar armas a la organización islamista chiíta Hezbollah, aliada de Damasco.
"He instruido al Ejército para que incremente las preparaciones de Inteligencia y lo todo lo necesario para que, si es necesario, podamos considerar llevar a cabo una operación (militar)", señaló Barak, citado por Europa Press, durante una entrevista concedida a la cadena de televisión israelí Channel 10.
"Estamos siguiendo la posible transferencia de sistemas avanzados, especialmente misiles antiaéreos o misiles tierra-tierra, pero también existe la posibilidad de la transferencia de armas químicas de Siria a Líbano", agregó el ministro de Defensa israelí.
Este fue uno de los principales temores expresados por las autoridades israelíes desde el inicio del levantamiento contra el Gobierno de Bashar al Assad, por lo que Israel advirtió en varias ocasiones sobre la supuesta posibilidad de que Damasco entregue parte de su armamento a Hezbollah de cara a un ataque futuro contra territorio israelí.
Desde el inicio del conflicto armado en Siria, Hezbollah hizo público su apoyo al Gobierno de Damasco, si bien pidió en reiteradas ocasiones la introducción de reformas democráticas en Siria y el lanzamiento de un proceso de unidad nacional para superar la situación.
Sin embargo, en todo momento se opuso a una intervención militar extranjera en el país, al considerar que la situación debe ser resuelta por los propios sirios.
El jueves, el Ejército israelí elevó su nivel de alerta y suspendió los permisos de salida de fin de semana a oficiales y soldados a causa de la preocupación de Tel Aviv en torno al recrudecimiento de los combates en Siria.
A finales de abril, el Ejército israelí comenzó a construir un muro en la frontera con Líbano que tendrá algo más de un kilómetro de largo y entre cinco y siete metros de alto con el objetivo de impedir que los disparos que se puedan efectuar desde localidades libanesas alcancen la localidad de Metula (norte de Israel).