Benedicto XVI aprobó un decreto en el que se le atribuía un milagro al fallecido pontífice, lo que significa que será beatificado, el último paso antes de la santidad.
Ciudad del Vaticano. El difunto papa Juan Pablo II dio un paso más hacia la santidad en el seno de la Iglesia Católica el viernes, cuando su sucesor aprobó un decreto en el que se le atribuía un milagro.
Este paso de Benedicto XVI significa que Juan Pablo II, que falleció en 2005 tras un papado de casi 27 años, será beatificado, el último paso antes de la santidad. La ceremonia de beatificación tendrá lugar en Roma el 1 de mayo.
Autoridades de la Iglesia dijeron que el milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo con Dios involucra a la Hermana Marie Simon-Pierre, una monja francesa de 48 años diagnosticada con el mal de Parkinson, una enfermedad que también sufrió el ex papa.
La monja dijo que su condición desapareció inexplicablemente dos meses después de su muerte, luego de que ella y sus compañeras le rezaron a Juan Pablo.
Los médicos asignados por la Iglesia acordaron en que no había una explicación médica para su cura, aunque el año pasado surgieron algunas dudas acerca de la validez del milagro.
Cualquier otro milagro que ocurra luego de la ceremonia de beatificación -que le conferirá el título de "Bendecido" a Juan Pablo- deberá ser aprobado antes de que pueda ser canonizado, o convertido en santo.
Las grandes multitudes que asistieron al funeral de Juan Pablo el 8 de abril del 2005 gritaron "santo súbito" ("háganlo santo ahora mismo").
En mayo de ese mismo año, Benedicto colocó a su antecesor rápidamente en el proceso de beatificación, prescindiendo de las reglas de la Iglesia, que normalmente impone un período de cinco años luego de la muerte de un candidato para que se pueda iniciar el camino a la santidad.