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Los trajes de mayoral, una tradición que se mantiene
Miércoles, Diciembre 23, 2015 - 07:47

Rosa Orellana, quien los fabrica desde hace más de 50 años, desde niña aprendió el oficio de bordar en máquina de coser y de elaborar trajes típicos de las cholas cuencanas, ya que su padre, Francisco Orellana, era uno de los bordadores en la plazoleta de San Francisco.

Hasta hace una década, la gamuza era la tela con la que se confeccionaban los laboriosos y costosos trajes del mayoral y la mayorala, personajes principales del Pase del Niño Viajero, que mañana recorrerán las calles de Cuenca. Aquella materia prima va desapareciendo.

Por ello ahora se usa terciopelo, que es más barato para la confección, pero aún así, el costo de cada atuendo asciende a los US$350, según Rosa Orellana, quien los fabrica desde hace más de 50 años.

Ella desde niña aprendió el oficio de bordar en máquina de coser y de elaborar trajes típicos de las cholas cuencanas, ya que su padre, Francisco Orellana, era uno de los bordadores en la plazoleta de San Francisco.

En los años 60 la artesana recibió una invitación para ser parte de la celebración y desde ahí la ha seguido de cerca.

“Tal vez por falta de recursos y porque mucha gente emigró ahora solo se alquilan los trajes de mayorales”, dijo Carmita Vega, hija de Orellana.

Los mayorales van a caballo y hasta hace una década, en los costados del animal, se tejían vistosos altares en los que, según doña Rosita, se colocaban con mucha habilidad caramelos y otras golosinas con flores, panes y frutas.

“Los mayorales representan campesinos de las provincias del Azuay y Cañar, que tenían gran poder y prestigio entre los peones de las haciendas y eran en general, hombres y mujeres del campo de muy buena posición económica. Sus trajes, por lo tanto, son muy vistosos y elegantes para expresar riqueza”, esto consta en un documento municipal.

Autores

El Universo.com