Alegre y de buen ánimo arribó a la superficie del yacimiento San José, el minero más famoso de los 33 que estivieron en el fondo del pique. Tuvo tiempo de entregar 'souvenirs' traídos desde el interior de la mina. Pero no solo eso, al momento de ser entrevistado por la señal oficial criticó duramente al empresariado.
El 'periodista', como se ha hecho conocido, no se aguantó las ganas de hacer de las suyas una vez en la superfice. Abrazó a su esposa, entonó un "ceacheí'', y se abrazó con algunos colegas presente en el sector de las faenas de rescate.
Mario Sepúlveda animó a sus compañeros, denunció las precarias condiciones de la mina, y hasta bailó un pie de cueca para las celebraciones del bicentenario de la nación andina.
Frente a las cámaras. Ya más tranquilo y rodeado por su familia, el hombre con más personalidad de todos los mineros que estuvieron atrapados, conversó con los periodistas de la señal oficial.
Con la locuacidad que lo caracterizó en estos 69 días que estuvo bajo tierra atrapado al interior de la mina San José, no perdió la chispa y se dió el tiempo para agradecer a todos quienes participaron de las faenas de rescate.
"Siempre tuve fé de los profesionales chilenos, tuve fé en el gran creador", dijo. A renglón seguido indicó que, "este es un país que debe entender que se deben hacer cambios, los mandos medios tienen que hacer cambios, el empresariado tiene que entender".
Dentro de su clásico estilo para dialogar frente a las cámaras, el 'animador', como se hizo conocido, aseguró que "estuve con Dios y con el diablo, pero me quedé con Dios".
Trabajo de las autoridades y Leonardo Farkas. Siempre carismático, se refirió al presidente Sebastián Piñera, de quien señaló es un admirador,"creo que lo que el ha conseguido, lo ha hecho con mucho esfuerzo", agregando que "se ha ganado todo con trabajo y perseverancia".
Respecto de la ayuda que les brindó el empresario Leonardo Farkas, dijo sentirse "orgulloso de él".
Fama. Considerando la connotación mundial que han logrado los 33 mineros, Mario Sepúlveda solicitó "que no quiere ser tratado como artista, ni como un famoso, quiero seguir siendo Mario Sepúlveda, un hombre trabajador".