Cuando Naciones Unidas pide más médicos y enfermeras para combatir la enfermedad que está causando la muerte a decenas de personas todos los días en Haití, sus funcionarios acuden primero a la brigada médica cubana.
Puerto Príncipe. No envían comunicados de prensa, no tienen relacionistas públicos y sus contactos no son muy publicitados por el enorme operativo humanitario contra la epidemia de cólera en Haití.
Pero cuando Naciones Unidas pide más médicos y enfermeras para combatir la enfermedad que está causando la muerte a decenas de personas todos los días en Haití, sus funcionarios acuden primero a la brigada médica cubana.
Con una tradición de servicios en las naciones más pobres y olvidadas del planeta, los cubanos son una importante fuerza de vanguardia en el esfuerzo multinacional contra la epidemia que ha matado desde mediados de octubre al menos a 2.000 personas en Haití, y probablemente más.
Mientras muchos trabajadores extranjeros de ayuda humanitaria se concentran en la capital haitiana, donde más de 1,3 millones de sobrevivientes del terremoto del 12 de enero están hacinados en campamentos, los médicos cubanos están atendiendo a víctimas del cólera en aldeas rurales de difícil acceso.
Un equipo liderado por cubanos llegó esta semana hasta uno de esos asentamientos, la empobrecida aldea montañosa de Plateau en el departamento de Artibonite devastado por el cólera, donde montaron un centro de tratamiento de emergencia en los bancos de una iglesia protestante.
"Nosotros no buscamos publicidad. Buscamos al pueblo", dijo a Reuters el coordinador de la Brigada Médica Cubana en Haití, Lorenzo Somarriba, en el cuartel general del contingente en un suburbio de Puerto Príncipe.
"Los médicos cubanos están trabajando en los sitios más difíciles. Nuestra política es de concentrarnos en los lugares fuera de la capital", añadió, un hecho reconocido tanto por las autoridades sanitarias haitianas como extranjeras.
Fuerza sobre el terreno. En la mesa hay una pequeña bandera cubana. En las paredes hay fotos del ex presidente Fidel Castro y el guerrillero argentino Ernesto "Che" Guevara, médico de profesión.
Plateau es el centro de asistencia a las víctimas del cólera número 39 montado y operado por médicos cubanos en la intimidante geografía de Haití, desde la costa hasta las montañas desnudas de vegetación en el interior, donde campesinos pobres y analfabetos son víctimas de una mortal enfermedad desconocida para ellos.
Los lugares son cuidadosamente marcados en un mapa de Haití en el cuartel general de la brigada y Somarriba, que es viceministro de Salud en Cuba, cita cifras y estadísticas como si fuera un general dirigiendo a sus tropas en una campaña militar.
La brigada dirigida por los cubanos en Haití tiene 908 personas, dijo Somarriba. Incluye a personal formado en Cuba de 19 naciones, la mayoría de América Latina, el Caribe y Africa que trabajan bajo la bandera cubana.
Es el mayor contingente médico extranjero desplegado en Haití y trata a entre 30 y 40 por ciento de los pacientes de cólera en la nación.
Se trata principalmente de médicos y enfermeras, pero incluye también técnicos y expertos en logística. Tienen almacenes, una flota de camiones y aviones que llevan suministros y personal desde la isla de Gobierno comunista.
La escala, la organización y la experiencia de esta brigada convierten a Cuba en país al que las autoridades haitianas y sus socios en el esfuerzo humanitario recurren cuando tienen que reforzar la trabajosa respuesta a la epidemia.
"Ellos (los cubanos) están disponibles, están entrenados, tienen recursos en el lugar", dijo Nyka Alexander, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Haití.
"Conocemos el terreno. Tenemos gente que habla creole y el pueblo nos conoce", dijo Somarriba, aludiendo a la presencia de la brigada médica cubana desde hace 12 años en Haití. El personal médico cubano llegó por primera vez a Haití para asistir a las víctimas del huracán George en 1998.
Valerie Amos, la principal funcionaria humanitaria de la ONU, dijo durante una visita a Haití el mes pasado que para frenar la tasa de mortalidad de la epidemia el país necesitaría aumentar urgentemente el número de médicos extranjeros. La especialista habló de al menos 100 médicos más y 1.000 enfermeras más.
El Gobierno británico dijo que financiaría el envio de 115 médicos, 920 enfermeras y 740 asistentes de la región para montar 12 centros de tratamiento y 60 unidades en Haití.
El primero en responder. Funcionarios de la ONU dicen que Cuba fue la primera nación en ofrecer más personal.
"Hay un llamado a todo el mundo pero la primera respuesta es de los cubanos. Ellos van a mandar 300 médicos adicionales", dijo a Reuters el jefe de la misión de la ONU en Haití, Edmond Mulet.
Somarriba dijo que los refuerzos médicos cubanos estaban ya listos en La Habana y volarían a Haití.
El médico dijo que además de sus propios recursos, la brigada cubana ha estado recibiendo contribuciones significativas de la Organización Panamericana de la Salud y la OMS, la agencia para la infancia UNICEF y el Programa Mundial de la Alimentación.
Cuba también ha estado trabajando desde el 2007 con su aliado socialista y productor de petróleo Venezuela para crear una red nacional de salud en Haití.
La Habana ya ayudó a Haití tras el devastador terremoto de enero con una misión que llegó a tener 1.700 integrantes en marzo pasado.
Somarriba dijo que los médicos y enfermeras cubanas que ya se encontraban en Haití trataron los primeros casos de la epidemia de cólera el 15 de octubre en Mirebalais, en el departamento Centre, haciendo sonar la alarma sobre casos de diarrea severa que fueron confirmados como cólera.
En los centros administrados por la brigada cubana fallecen menos personas por culpa del cólera, dijo Somarriba. La tasa de mortalidad era de menos del 1 por ciento, contra un promedio nacional de 3,5 por ciento.
Añadió: "Debemos evitar la competencia, la comparación. Debemos todos ayudar únicamente (...) ayudar a Haití y a todas las Américas por el riesgo de propagación que esto tiene".
Puede que no tengan el alcance de relaciones públicas de muchas agencias internacionales de ayuda humanitaria, pero los cubanos tienen un poderoso apoyo del ex presidente Fidel Castro, que ha relatado sus logros en columnas publicadas en sitios web oficiales.
"Haití debe ser además reconstruido desde sus cimientos, con la ayuda y la cooperación de todos", escribió Castro.