Los enfrentamientos comenzaron este miércoles por la noche en el municipio de Apatzingán, en el occidental estado de Michoacán, después de la detención esta semana de un jefe del cártel local "La Familia".
Apatzingan. Policías federales y sicarios del narcotráfico se enfrentaron este jueves en el occidente de México, en una serie de violentos choques y balaceras que se extendieron por varias horas dejando al menos tres muertos, entre ellos menores de edad.
Los enfrentamientos comenzaron este miércoles 8 de diciembre por la noche en el municipio de Apatzingán, en el occidental estado de Michoacán, después de la detención esta semana de un jefe del cártel local "La Familia".
El portavoz de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, dijo este jueves por la noche que en uno de los enfrentamientos esa banda podría haber perdido a otro de sus cabecillas.
"Información preliminar, aún no confirmada, indica que en su repliegue la organización criminal ha sostenido bajas significativas, entre ellas posiblemente el fallecimiento de uno de dichos líderes criminales", dijo Poiré.
El funcionario no detalló la identidad del capo que podría haber muerto ni el número de sicarios caídos en las reyertas.
Poco después, en una entrevista con la cadena Televisa, al preguntársele si el capo en cuestión podría ser Nazario Moreno González "El Chayo", respondió: "Es información que nosotros tenemos preliminar".
Decenas de atrapados. Decenas de personas, entre ellas periodistas, quedaron atrapadas en varios inmuebles sin poder salir por el fuego cruzado, en el que murieron un bebé de ocho meses, una adolescente de 17 años y un policía, dijeron autoridades.
"Bajando del carro (auto), cuando llegamos a Apatzingán escuchamos disparos y nos tiramos al piso para resguardarnos", dijo un testigo de Reuters.
"Las calles aquí están solas, parece un pueblo fantasma. Están cerrados los cafés, los comercios, la gente está escondida, las balaceras a veces son ensordecedoras", agregó el testigo mientras estaba refugiado en una planta de envasado de frutas.
Según las autoridades, el primer choque ocurrió el miércoles por la noche en una región serrana y después se extendió a la zona urbana. Las entradas a la colonial ciudad de Morelia, capital estatal, fueron bloqueadas con autobuses de pasajeros y camiones de carga que todavía estaban incendiándose.
"La forma en que estos grupos criminales han pretendido proteger su huida durante los operativos de ayer y del día de hoy sugiere que se ha ubicado y se sigue muy de cerca a liderazgos del más alto nivel de La Familia", dijo Poiré.
También en Apatzingán los sicarios incendiaron varios vehículos para ponerlos como barricadas en calles y carreteras e impedir el paso de los policías. La Secretaría de Seguridad Pública federal dijo en un comunicado que los enfrentamientos fueron contra presuntos integrantes de "La Familia".
A pesar de los arrestos de narcotraficantes y la fuerte presencia militar en varios puntos del país como parte de los operativos del Gobierno federal -que este mes cumplieron cuatro años- con militares y policías contra los cárteles, la violencia sigue escalando en Michoacán y en otras regiones.
Más de 31.000 personas han muerto desde que el presidente Felipe Calderón lanzó los operativos en diciembre del 2006.
El violento cártel de "La Familia" es un grupo criminal que domina en el estado el mercado de las drogas, sobre todo el de metanfetaminas, y cuyos líderes forman sicarios leyéndoles pasajes bíblicos mezclados con frases de autoayuda.