Mineros trabajaban largos turnos para retirar escombros en la pequeña mina ubicada en la localidad de Sabinas, en el norteño estado de Coahuila, que colapsó el martes después de una explosión causada por gas metano.
Sabinas. Socorristas recuperaron la noche del viernes el noveno cuerpo en una colapsada mina de carbón en el norte de México, mientras familiares perdían esperanzas de encontrar con vida a otros cinco mineros atrapados tras una explosión esta semana.
Mineros trabajaban largos turnos para retirar escombros en la pequeña mina ubicada en la localidad de Sabinas, en el norteño estado de Coahuila, que colapsó el martes después de una explosión causada por gas metano.
"Acaba de ser rescatado el noveno cuerpo de los mineros de Sabinas", dijo en su cuenta en Twitter el secretario del Trabajo, Javier Lozano.
Pese a los cuerpos recuperados hasta el viernes, el rescate ocurría con demasiada lentitud a los ojos de familiares de las víctimas.
"Voy a subir el cuerpo de mi hijo en pedazos si no hay de otra", dijo el minero Adolfo González, mientras descansaba de un agotador turno bajo tierra reforzando y ventilando un túnel para tratar de alcanzar los cuerpos que faltaban.
"Yo lo único que quiero es el cuerpo de mi hijo", dijo María Antonia Ríos, reflejando la esperanza perdida de encontrar sobrevivientes.
En un hecho por separado el jueves, un explosión en una mina de ópalo en el occidental estado de Jalisco causó la muerte de tres mineros.
México ha sido un líder exportador de minerales durante tiempo y espera inversiones por unos US$4.000 millones este año en el sector, sin embargo minas pequeñas a menudo escapan a las supervisiones e incumplen los estándares de seguridad básicos.
Lozano se comprometió a recuperar los cinco cuerpos que aún se encontraban dentro en la mina de Sabinas.
"Necesitamos más manos, necesitamos más gente", dijo más temprano Lozano afuera de la mina, que tenía apenas 20 días en operación y una profundidad de solo 46 metros.
La mina -propiedad de la empresa BINSA- tiene un tiro vertical con pequeños túneles y es una de las muchas pequeñas minas de carbón localizadas en Coahuila que se sostienen especialmente por sus ventas a la gubernamental Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En el 2006, una explosión en la mina de carbón Pasta de Conchos, de Grupo México, ubicada en la misma región, provocó la muerte de 65 mineros. Los cuerpos nunca pudieron ser recuperados a pesar de las protestas de familiares.