El sistema de alerta temprana se basa primordialmente en sensores sísmicos que están distribuidos alrededor de un área con alta actividad sísmica, así como en Managua, por ejemplo, y entonces estos sensores registran el primer movimiento de la onda P.
Managua. Con el respaldo del Servicio Sismológico de la Universidad de Zurich, Nicaragua va a implementar un nuevo sistema de alerta temprana ante sismos, para conocer su ocurrencia y posible intensidad segundos antes de llegar la onda, informó este jueves una fuente oficial.
El asesor científico del estatal Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER), Wilfried Strauch, dijo que un sistema de este tipo es vital al facilitar esta información, y transmitirla inmediatamente a las autoridades competentes.
Según el INETER, el Sistema Nacional de Prevención de Desastres (SINAPRED), y la Defensa Civil del Ejército de Nicaragua (EN), serían las instituciones en tener esa información de manera inmediata con el nuevo sistema de alerta temprana ante sismos.
Strauch, en un encuentro con estudiantes universitarios, señaló que el proyecto será puesto en ejecución con apoyo del Servicio Sismológico de la Universidad de Zurich, Suiza, cuyo director, John Clinton, se encuentra en Nicaragua.
Agregó que Clinton se encuentra en el país explicando el funcionamiento del sistema de alerta temprana ante sismos, además colabora con expertos del INETER y del Instituto de Geología y Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), de Managua.
"Nicaragua es el primer país de Centroamérica en desarrollar el proyecto, pero el objetivo es el de implementarlo en toda la región, porque ante estos fenómenos se requiere contar con los datos manejados en los demás países", explicó el científico del INETER.
"Estamos probando y mejorando también nuestra red sísmica, y el próximo año probablemente ya esté funcionando el sistema", prometió Strauch.
Según Strauch, si ocurriese un terremoto en la localidad de Nicoya, de Costa Rica, Managua estaría recibiendo la alerta unos 20 o 30 segundos antes de la llegada de la onda, y muy pocos países del mundo tienen este sistema de alerta temprana ante sismos.
A su vez, Clinton expresó que al ocurrir un terremoto las primeras ondas viajan a una velocidad de alrededor de 100 kilómetros por segundo, y éstas ocurren antes de las ondas sísmicas propiamente dichas.
"Entre unas y otras ondas, hay un intérvalo de tiempo que permite reducir un poco el daño ante terremotos", externó Clinton.
El sistema de alerta temprana, prosiguió Clinton, se basa primordialmente en sensores sísmicos que están distribuidos alrededor de un área con alta actividad sísmica, así como en Managua, por ejemplo, y entonces estos sensores registran el primer movimiento de la onda P.
"Dependiendo de la energía de esta onda se saca más o menos una aproximación de la magnitud que va a tener este movimiento sísmico", subrayó Clinton.