Los equipos de rescate, trabajando bajo las luces en medio de la lluvia, se centraban en dos edificios derrumbados: un bloque de oficinas de servicios financieros cuyas cuatro plantas cayeron una encima de otra, y un edificio de televisión que también albergaba un colegio de inglés.
Wellington. Un fuerte terremoto provocó este martes la muerte de al menos 65 personas en Christchurch, la segunda mayor ciudad de Nueva Zelanda, mientras los equipos de rescate trabajaban durante la noche tratando de encontrar a personas atrapadas en edificios derrumbados.
Fue el segundo terremoto en sacudir la ciudad de casi 400.000 habitantes en cinco meses, y el desastre natural más mortífero de Nueva Zelanda en 80 años.
"Hoy podríamos estar presenciando el día más oscuro de Nueva Zelanda (...) la cifra de muertos que tengo hasta el momento es de 65 personas y podría elevarse", dijo el primer ministro neozelandés, John Key, que había volado a su ciudad natal de Christchurch, donde tiene familia.
El terremoto de magnitud 6,3 se produjo a la hora del almuerzo, cuando las calles y tiendas estaban llenas de gente y las oficinas aún estaban ocupadas.
Los equipos de rescate, trabajando bajo las luces en medio de la lluvia, se centraban en dos edificios derrumbados: un bloque de oficinas de servicios financieros cuyas cuatro plantas cayeron una encima de otra, y un edificio de televisión que también albergaba un colegio de inglés.
Doce estudiantes japoneses del centro podrían estar desaparecidos, dijo un funcionario en Japón a Reuters.
Desde el edificio de la televisión podía escucharse a sobrevivientes atrapados gritando a los equipos de rescate. Algunos medios locales dijeron que hasta una docena o más podrían seguir dentro. Familiares de los posibles atrapados mantenían una vigilia frente al edificio mientras la lluvia empezaba a caer.
Una mujer rescatada de un edificio derrumbado dijo que fue liberada seis horas después del terremoto, al que siguieron al menos 20 réplicas.
"Pensé que el mejor lugar era bajo la mesa, pero el techo se hundió encima, no puedo moverme y estoy aterrorizada", dijo la oficinista Anne Voss al canal de televisión TV3 por teléfono móvil.
El alcalde de Christchurch, Bob Parker, describió la ciudad, una localidad turística histórica popular entre estudiantes extranjeros, como una zona de guerra. Dijo a una radio local que hasta 200 personas podrían estar atrapadas en edificios pero después rebajó esa estimación a unos 100.
"Es una tragedia que es increíble", declaró.
Fue el peor desastre natural del país desde que un terremoto sacudió en 1931 la ciudad de Napier, en la Isla Norte de Nueva Zelanda, que dejó 256 muertos. Al hospital de Christchurch acudieron numerosos heridos.
"Sobre todo hay aplastamientos y cortes y también dolores en el pecho", dijo David Meates, director del Consejo de Salud de Canterbury. Algunos de los heridos más graves podrían ser evacuados a otras ciudades, añadió.
Atrapados. Todo el personal médico militar ha sido movilizado, mientras que varios cientos de efectivos estaban ayudando con el rescate, dijeron las autoridades.
Christchurch ha sido descrita como una pequeña parte de Inglaterra.
Tiene una catedral representativa, ahora bastante destruida, y un río llamado el Avon. Tenía muchos edificios históricos de piedra, y es popular entre estudiantes de inglés y también entre turistas como trampolín para viajes a la pintoresca Isla Sur.
Las autoridades crearon albergues de emergencia en colegios locales y en un hipódromo al acercarse la noche. Los helicópteros lanzaban agua para intentar extinguir un incendio en un edificio de oficinas, mientras una grúa era utilizada para ayudar a trabajadores atrapados en otro bloque de oficinas.
Christchurch está construida sobre cieno, arena y grava, con una capa de agua por debajo. En un terremoto, el agua sube, mezclándose con la arena y convirtiendo el suelo en un pantano que se traga carreteras y automóviles.
A diferencia del seísmo del año pasado, que se produjo a primera hora de la mañana, cuando las calles estaban prácticamente vacías, esta vez la gente caminaba o conducía por las calles cuando se produjo el fuerte movimiento, provocando la caída de toldos y fachadas enteras de edificios.
La policía dijo que habían caído escombros sobre dos autobuses, aplastándolos, pero aún no se había informado de víctimas en su interior.
El terremoto se produjo a las 12:51 hora local (2351 GMT del lunes) a una profundidad de solamente cuatro kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Nueva Zelanda se encuentra entre las placas tectónicas del Pacífico y la Indo-Australiana y tiene un récord de más de 14.000 terremotos al año en promedio, de los que alrededor de 20 superan normalmente la magnitud de 5,0.