El alcance de los ataques coordinados con bomba en más de una docenas de ciudades demuestra una aparente determinación por parte de los insurgentes para dejar en evidencia que el gobierno no es capaz de mantener la seguridad del país.

Bagdad. Al menos 26 explosiones casi simultáneas sacudieron varias ciudades y poblaciones de Irak el martes, provocando al menos 49 muertos y más de 200 heridos, pese a una masiva campaña de seguridad organizada antes de la cumbre de la Liga Árabe de la próxima semana.

Este ha sido el día más mortal en Irak desde hace casi un mes, y el alcance de los ataques coordinados con bomba en más de una docenas de ciudades demuestra una aparente determinación por parte de los insurgentes para dejar en evidencia que el gobierno no es capaz de mantener la seguridad del país de cara a la cumbre.

Irak será el anfitrión de la reunión por primera vez en 20 años y el gobierno está decidido por su parte a demostrar que puede mantener la seguridad tras la retirada de las tropas estadounidenses en diciembre.

"El objetivo de los ataques de hoy fue presentar una imagen negativa de la situación de la seguridad en Irak", dijo a Reuters el portavoz del gobierno Ali al-Dabbagh.

"Los esfuerzos en seguridad se incrementarán para contrarrestar los ataques de los grupos terroristas y llenar vacíos usados por ellos para infiltrarse en la seguridad, ya sea en Bagdad o en otras provincias", agregó.

El suceso más mortal del martes ocurrió en la sagrada ciudad chií de Kerbala, en el sur del país, donde dos explosiones idénticas dejaron 13 muertos y 48 heridos durante la hora de mayor tránsito de la mañana, según un portavoz del departamento de salud de la ciudad, Jamal Mahdi.

"La segunda explosión causó la mayor destrucción. Vi partes de cuerpos, dedos, manos, tirados por la carretera", dijo Murtadha Ali Kadhim, de 23 años y propietario de una tienda, en declaraciones a Reuters.

"Las fuerzas de seguridad son estúpidas porque siempre se aglomeran en el lugar de una explosión y entonces estalla una segunda. Se convierten en un objetivo", agregó.

En un periodo de dos horas, las explosiones también sacudieron a la capital; a Kirkuk, Baiji, Samarra, Tuz Khurmato, Dakuk y Dhuluiya en el norte; Ramadi en el oeste; e Hilla, Latifiya y Mahmudiya en el sur. La policía desactivó bombas en Bakuba y Faluya.

La mayoría de los atentados fueron contra controles y patrullas policiales.

"Esta última serie de ataques es muy probable que haya sido coordinada por un grupo numeroso y bien organizado. Es probable que sea un intento de mostrar a las autoridades que las medidas de seguridad son insignificantes", dijo John Drake, un consultor senior de riesgo en AKE Group, que estudia la seguridad en Irak para clientes corporativos.

El Ejército y las fuerzas policiales son un objetivo frecuente en Irak, donde las bombas y los tiroteos aún ocurren a diario.

Grupos insurgentes suníes dicen que a pesar de la retirada de las fuerzas estadounidenses, no depondrán las armas y seguirán la lucha contra el Gobierno liderado por chiíes.

Aunque la violencia ha disminuido en general desde que alcanzó su máximo en el 2006 y el 2007, muchos iraquíes se preocupan por si su gobierno tiene los medios para imponer la seguridad nueve años después de la invasión encabezada por Estados Unidos para derrocar a Saddam Hussein.

Los ataques del martes han sido los peores desde el 23 de febrero cuando docenas de explosiones por todo el país causaron al menos 60 muertes en uno de los días violentos más sangrientos en lo que va de año.

Seguridad reforzada. La cumbre de la Liga Arabe está previsto que se celebre en Bagdad entre el 27 y el 29 de marzo y la seguridad ha sido reforzada en varios puntos de la ciudad.

En la norteña ciudad de Kirkuk, dos carros bomba explotaron cerca de una dependencia policial, con un saldo de nueve muertos y 42 heridos, dijeron fuentes de la policía y de salud.

En Bagdad, un carro bomba cerca del edificio del consejo provincial causó cuatro muertes y 11 personas heridas.

La policía en la nororiental ciudad de Bakuba dijo que habían encontrado y desactivado nueve bombas, incluyendo una colocada en un auto que estaba estacionado en la ruta con un cuerpo decapitado en el asiento del conductor y la cabeza del hombre en su regazo.

Para el mediodía, la cifra de víctimas por todas las explosiones de bombas compilada por Reuters de fuentes policiales y de hospitales sumaba 49 muertos y 235 heridos.