Casi dos décadas de negociaciones en las Naciones Unidas sobre el cambio climático no han podido encontrar hasta ahora un criterio para limitar las emisiones de gases que provocan el calentamiento global.
Londres. Un alza récord en la emisión de gases de efecto invernadero y los problemas económicos obligan a que el diálogo climático de las Naciones Unidas en Sudáfrica en noviembre supere años de trabas y presente una solución, dijo la jefa del ente encargado del tema de la ONU.
Casi dos décadas de negociaciones en las Naciones Unidas sobre el cambio climático no han podido encontrar hasta ahora un criterio para limitar las emisiones de gases que provocan el calentamiento global.
Los principales emisores del mundo, Estados Unidos y China, nunca se han comprometido formalmente a firmar un acuerdo que limite la emisión y el jefe anterior de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC por su sigla en inglés) dejó su cargo tras derrumbarse el diálogo el 2009.
"Es evidente que (el cambio climático) es un desafío complejo pero el no haberse alejado (del tema) es un mérito de los gobiernos", dijo Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la UNFCCC en una entrevista con Reuters.
"Si el cambio climático fuese un problema simple lo hubiésemos solucionado en 1992", agregó.
Las esperanzas de que un nuevo pacto climático global reemplace al Protocolo de Kioto, que expira a fines del 2012, se desvanecieron luego de que en el 2009 el presidente estadounidense Barack Obama y otros líderes no pudieron ponerse de acuerdo en Copenhague para un nuevo acuerdo que limite el calentamiento global.
Los líderes de 193 países se reunirán en noviembre para la próxima cumbre anual de las Naciones Unidas sobre el clima en Durban, donde el diálogo podría trabarse otra vez si las naciones ricas y pobres renuevan sus disputas sobre cómo distribuir los recortes de emisiones y sobre la extensión del protocolo actual.
Los diálogos podrían ser dominados por datos que muestran que las emisiones mundiales de dióxido de carbono alcanzaron niveles sin precedentes en el 2010, impulsadas principalmente por el auge de economías emergentes que dependen del carbón, como China.
Al mismo tiempo, la amenaza de otra desaceleración económica global estrechó los presupuestos de los Gobiernos y desvió la atención del público.
Figueres dijo que las dificultades podría ser un estímulo positivo.
"Los Gobiernos tienen una gran oportunidad aquí para abordar parte de esa recuperación económica mientras abordan el cambio climático. Todos salen ganando", dijo.