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ONU llama al presidente sirio a "dejar de matar a su pueblo"
Domingo, Enero 15, 2012 - 10:01

"Hoy, le digo de nuevo al presidente Asad de Siria: detenga la violencia, pare de matar a su pueblo. El camino de la represión es un callejón sin salida", dijo el secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en una rueda de prensa en Líbano sobre las transiciones democráticas en el mundo árabe.

Beirut. El secretario General de la ONU instó este domingo al presidente sirio, Bashar al-Asad, a "dejar de matar a su pueblo" y el líder de ese país ofreció una amnistía por "delitos" cometidos durante los 10 meses de revuelta en su contra.

La respuesta violenta de Asad a la revuelta ha dejado más de 5.000 muertos, según el recuento de la ONU. Las autoridades sirias dicen que 2.000 miembros de las fuerzas de seguridad también han muerto.

"Hoy, le digo de nuevo al presidente Asad de Siria: detenga la violencia, pare de matar a su pueblo. El camino de la represión es un callejón sin salida", dijo el secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en una rueda de prensa en Líbano sobre las transiciones democráticas en el mundo árabe.

"Desde el principio de las (...) revoluciones, desde Túnez a Egipto y más allá, he instado a los lideres a escuchar a su pueblo", dijo Ban. "Algunos lo hicieron, y se beneficiaron. Otros no, y hoy sufren las consecuencias", agregó.

La agencia estatal de noticias siria SANA dijo que Asad había concedido una amnistía por "delitos cometidos en el contexto de los acontecimientos desde el 15 de marzo de 2011, hasta el 15 de enero de 2012". No aportó más detalles.

Las protestas contrarias a Asad comenzaron en marzo inspiradas en una ola de indignación popular contra los gobiernos autocráticos en todo el mundo árabe.

Asad ha emitido varias amnistías desde el inicio de las protestas, pero los grupos opositores dicen que miles de personas continúan presas y muchas han sido torturadas o víctimas de abusos.

El grupo activista Avaaz dijo el 22 de diciembre que al menos 69.000 personas habían sido detenidas desde el inicio de la revuelta, de las cuales 32.000 habían sido liberadas.

Liberar a los detenidos fue uno de los términos del plan de paz árabe, que también pidió el fin del derramamiento de sangre, el retiro de las tropas y tanques de las calles y el diálogo político.

El movimiento para poner fin a más de cuatro décadas de gobierno de la familia Asad comenzó con manifestaciones principalmente pacíficas, pero tras meses de violencia por parte de fuerzas de seguridad, los desertores del Ejército e insurgentes comenzaron a responder, lo que elevó los temores de que el país se dirija a una guerra civil.

¿Intervención árabe? La Liga Arabe no ha recibido una solicitud o sugerencia oficial para enviar tropas árabes a Siria, dijo a Reuters el domingo un representante del organismo con sede en El Cairo.

El emir de Qatar, el jeque Hamad bin Khalifa al-Thani, dijo el sábado que las tropas árabes podrían tener que intervenir para detener el derramamiento de sangre que se ha visto en Siria desde el inicio de las protestas Al-Assad.

"No hay sugerencias oficiales de enviar tropas árabes por el momento (...) No ha habido un acuerdo árabe o no árabe respecto a una intervención militar en Siria por ahora", dijo el enviado de la Liga.

Occidente no ve con buenos ojos una intervención en Siria como la ocurrida en Libia, pese a que Francia ha hablado de una necesidad de establecer zonas de protección a los civiles.

No está claro si los países árabes querrán aumentar su equipo de observadores civiles actualmente en Siria o si Qatar ve a las tropas poniendo en práctica un plan de paz o en otro rol.

Una idea previa de pedirle a las Naciones Unidas apoyo técnico y expertos para apoyar al equipo de observación árabe no ha logrado muchos avances hasta el momento.

La Liga Arabe ha sugerido un plan de paz que requiere una detención inmediata de la violencia y el retiro de las fuerzas militares de las ciudades, y ha enviado observadores de diferentes países árabes para comprobar que el régimen de Assad está comprometido con el plan.

Pero tanto los observadores árabes que han viajado a Siria como fuentes de la Liga Arabe dicen que la violencia se mantiene intacta y han expresado preocupación por la eficacia de la misión en su actual forma.

Qatar ha sido el más abierto de los países árabes respecto a la necesidad de acciones más fuertes en Siria. Otros estados árabes, incluyendo a Líbano e Irak, vecinos de Siria, se oponen a cualquier incursión internacional contra el Gobierno de Assad.

Autores

Reuters