Las órdenes de detención, que incluyen a 53 agentes de la Policía Militarizada y 7 de la Policía Civil, fueron solicitadas en desarrollo de una investigación iniciada hace seis meses por la División de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro.
Río de Janeiro, EFE. Las autoridades del estado brasileño de Río de Janeiro lanzaron este martes una operación para arrestar a 78 personas, entre ellas 60 policías, acusadas de integrar una red de corrupción que cobraba sobornos de vendedores ambulantes y taxistas irregulares para no reprimir sus actividades.
Las órdenes de detención, que incluyen a 53 agentes de la Policía Militarizada y 7 de la Policía Civil, fueron solicitadas en desarrollo de una investigación iniciada hace seis meses por la División de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro, informó este martes esta institución.
La mayoría de los policías acusados de corrupción está adscrita al XIV Batallón de la Policía Militarizada, responsable por garantizar el orden público en Bangú, una amplia región en la zona oeste de Río de Janeiro en la que operan varias bandas parapoliciales.
Los responsables por la investigación comprobaron mediante videos y escuchas telefónicas autorizadas por la Justicia la existencia de una red dedicada a extorsionar a vendedores ambulantes en las ferias de Bangú y del vecino barrio Honorio Gurgel.
"Tenemos videos en que los policías aparecen recibiendo el dinero de los comerciantes y después dividiéndolo en vehículos de la institución. Está todo documentado", aseguró el subsecretario de Inteligencia, Favio Galvao.
Los uniformados acusados de corrupción exigían sobornos de los comerciantes por dejarlos vender productos piratas y artículos robados, y de algunos propietarios de motocicletas por dejarlos ofrecer servicios como taxistas pese a carecer de licencia.
Los policías también son acusados de distribuir entre diferentes comerciantes productos piratas incautados en operaciones contra los vendedores que se negaban a pagar los sobornos.
Según datos de la Secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro, cerca de 1.400 agentes de la Policía Civil y de la Policía Militarizada han sido expulsados de las instituciones desde 2008 por diferentes irregularidades.