Pedirán ser un Estado observador no miembro en la Asamblea General de Naciones Unidas el 27 de septiembre -estatus similar al del Vaticano-, dijo a periodistas el ministro de Relaciones Exteriores Riyad al-Malki en la ciudad cisjordana de Ramallah.
Ramallah. Los palestinos renovarán el mes próximo su campaña para subir de estatus en Naciones Unidas, dijo este sábado su ministro de Relaciones Exteriores, una medida que podrían apuntalar sus demandas de ser reconocidos como Estado tras el estancamiento de las negociaciones con Israel.
Los palestinos están registrados en la ONU como una "entidad observadora" y no tienen derechos de votación.
Pedirán ser un Estado observador no miembro en la Asamblea General de Naciones Unidas el 27 de septiembre, dijo a periodistas el ministro de Relaciones Exteriores Riyad al-Malki en la ciudad cisjordana de Ramallah.
Tal estatus, similar al del Vaticano, sería un reconocimiento indirecto de sus demandas de ser admitido como un Estado conformado por la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén del Este. Les permitiría unirse a una serie de agencias de la ONU y a la Corte Penal Internacional (CPI).
Los palestinos dicen que la expansión de los asentamientos judíos en la Cisjordania ocupada ha dañado los prospectos para lograr un acuerdo bilateral con Israel sobre su reconocimiento como Estado. Los desacuerdos sobre el tema llevaron a un estancamiento de las negociaciones en 2010.
Malki dijo que el presidente Mahmoud Abbas realizaría la solicitud para elevar el estatus del territorio en un discurso y que entonces la Autoridad Palestina haría campaña entre los Estados miembros de la ONU, muchos de los cuales son empáticos con Ramallah y consideran que los asentamientos judíos son ilegales.
"Cuando estemos seguros de que tenemos todo el apoyo del mayor número posible de Estados, estaremos listos para pedir una votación de la Asamblea General sobre un borrador de resolución", aseveró.
Una mayoría simple en la Asamblea de 193 Estados sería suficiente para lograr el estatus de observador no miembro de la ONU, sin necesidad de la aprobación del Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos, un aliado de Israel, tiene poder de veto.