"Espero que la justicia siga su curso sin dejar de garantizar los derechos de las personas y de las instituciones, respetando a las víctimas, (y) el reconocimiento de aquellos que se comprometen a colaborar", dijo el Sumo Pontífice.
Ciudad del Vaticano. El Papa Benedicto XVI calificó el domingo como "sorprendentes y deplorables" las incursiones de la policía belga en las oficinas de la iglesia y en la casa de un cardenal realizadas esta semana, en medio de una investigación sobre pedofilia a sacerdotes católicos.
En una carta al jefe de la Conferencia Episcopal de Bélgica, Benedicto XVI expresó su "solidaridad" tras la inspección efectuada el jueves de dos oficinas de la iglesia y de la casa de un ex arzobispo, durante la cual los ordenadores y los archivos fueron incautados y por lo menos una de las tumbas se abrió.
Los obispos de Bélgica, que celebraban una reunión en el momento de los registros, fueron mantenidos incomunicados durante nueve horas, mientras se realizaron las inspecciones.
"En este momento triste quiero expresar (...) mi cercanía y solidaridad por la sorprendente y deplorable forma en la cual se llevaron a cabo las investigaciones", dijo el Papa en su mensaje.
"Espero que la justicia siga su curso sin dejar de garantizar los derechos de las personas y de las instituciones, respetando a las víctimas, (y) el reconocimiento de aquellos que se comprometen a colaborar", añadió el Sumo Pontífice.
El Vaticano expresó el viernes a Bélgica su "conmoción" por la forma en que fueron hechas las redadas y la "indignación" por lo que calificó como una violación de las tumbas.
La iglesia belga se vio en abril en medio de un escándalo, cuando el obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, renunció y admitió abusos sexuales antes y después de convertirse en obispo. Fue el primer obispo europeo en dimitir por haber cometido este delito contra menores.
La Iglesia Católica de Bélgica ha pedido disculpas por su silencio respecto a los casos de abusos sucedidos en el pasado y su nuevo líder, el arzobispo de Bruselas André-Joseph Leonard, ha prometido una política de tolerancia cero hacia los sacerdotes que cometan cualquier tipo de delito.