El temblor de 6,7 grados podría ser una réplica del terremoto del 15 de agosto de 2007, pues se encuentra en la misma zona, y sería una de las réplicas más grandes.

Alfredo Murgueytio Espinoza, jefe de la institución, dijo que si bien hay “pequeñas alteraciones” en el mar, se ha desestimado un tsunami por informes recibidos de la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú.

Señaló, además, que hasta el momento no hay reportes de daños personales o materiales, y que continúan las acciones de evaluación, principalmente, en las provincias de Cañete, Chincha, Pisco, Ica, Nasca y Palpa.

En este último lugar, refirió, se recibió el reporte de un deslizamiento de rocas en el kilómetro 3,8 de la carretera Variante de la Panamericana Sur, en el distrito de Santa Cruz, lo que ha interrumpido el tránsito vehicular.

El funcionario recomendó a la población mantener la calma. El Indeci coordina con sus oficinas de Defensa Civil en el litoral peruano, a fin de mantener informada a la población ante posibles alertas.

Por su parte, Julio Kuroiwa, especialista en sismología, explicó  que generalmente un tsunami se produce con sismos que superan los 7,0 grados de magnitud en la escala de Richter, lo que no es el caso del evento de esta tarde.

Mencionó, no obstante, que si un poblador nota que el mar  se retira debe alejarse de la costa y dirigirse a zonas altas o seguras.

En su opinión, el temblor de 6,7 grados debe ser una réplica del terremoto del 15 de agosto de 2007, pues se encuentra en la misma zona, y sería una de las réplicas más grandes.

“De repente fue un poco de energía que quedó entre el terremoto de Nasca de 1996 y el de Pisco de 2007”, declaró en RPP.

Kuroiwa comentó que la única manera de reducir el número de víctimas, frente a situaciones de emergencia como un terremoto, es mediante la educación para estar preparados y no habitar zonas de peligro.