"A quienes están en las plazas de protesta de todas las gobernaciones de la república: no os dejéis llevar por el asunto de la muerte de Osama bin Laden", aconsejaron los organizadores de las protestas yemeníes a sus seguidores.
Activistas yemeníes pidieron este lunes a los manifestantes que no alcen pancartas de Osama bin Laden para evitar un recrudecimiento de la represión contra las protestas pro democracia en la tierra originaria del líder de Al Qaeda.
Bin Laden murió en la madrugada de este lunes en un tiroteo con fuerzas estadounidenses en Pakistán, terminando con casi diez años de persecución del líder de la red islamista que orquestó los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Decenas de miles de manifestantes yemeníes han acampado durante tres meses en plazas públicas de la empobrecida nación de la Península Arábiga para pedir la salida del presidente Ali Abdullah Saleh, un aliado de Estados Unidos en la lucha contra Al Qaeda
"Esperamos que el régimen de Saleh intente utilizar Al Qaeda como una prueba para hacer frente a los manifestantes que piden que se vaya, pero revelaremos intentos como este", dijo el activista Meshaal Mujahid
Otro manifestante dijo que esperaba que la muerde de bin Laden no altere el objetivo de las protestas: terminar con 33 años de gobierno autocrático de Saleh.
"No trabajamos con Al Qaeda y Osama bin Laden. Tenemos una causa y es la caída del régimen. Eso es lo que nos importa", dijo Mohammed Saad, un manifestante en Saná.
"A quienes están en las plazas de protesta de todas las gobernaciones de la república: no os dejéis llevar por el asunto de la muerte de Osama bin Laden", aconsejaron los organizadores de las protestas yemeníes a sus seguidores a través de un mensaje en Facebook.
Los aliados de Yemen en Occidente y el Golfo Pérsico han intentado, hasta ahora sin éxito, mediar para terminar la crisis política, que temen que pueda hundir a la nación en el caos y facilitar las operaciones de la rama local de Al Qaeda.
Presencia.Yemen, que ha luchado por contener a Al Qaeda dentro de sus fronteras, dio la bienvenida a la operación que mató a bin Laden.
La influencia de Saleh en Yemen, inestable desde hace tiempo en las provincias remotas donde Al Qaeda es más activa, se ha debilitado a medida que las protestas ganaron popularidad, con las fuerzas de seguridad y funcionarios abandonando grandes zonas de varias provincias.
Un acuerdo mediado por las naciones del Golfo Pérsico para sacar a Saleh y destrabar la situación en Yemen pareció fracasar cuando el presidente se negó a firmarlo, aumentando el riesgo de inestabilidad del país.
En medio del regateo político, la violencia se intensificó especialmente en el sur del país.
Los analistas dicen que el gobierno, que lleva tiempo intentando contener a los separatistas en el sur y a los rebeldes chiítas en el norte, teme que los secesionistas aprovechen la crisis para renovar sus demandas.
Un hombre murió el lunes y una mujer resultó herida en la ciudad portuaria de Adén cuando la policía disparó indiscriminadamente contra manifestantes que les arrojaron piedras, dijeron fuentes de un hospital y testigos.
En otro acto violento, cuatro soldados yemeníes y dos hombres armados murieron el lunes en conflictos entre tribus y soldados en Yafie, en la sureña provincia de Lahej, donde los separatistas están activos, dijeron los vecinos.