Tom Crowther, profesor en el Laboratorio Crowther, un grupo de investigación con sede en la Escuela Politécnica de Zúrich, instó a cientos de miles de personas que faltaron a la escuela y el trabajo este año, a plantar árboles o financiar tales esfuerzos.
Kuala Lumpur.- Científicos dijeron este jueves que la mejor forma de contener el cambio climático es replantar árboles en áreas donde los bosques han sido destruidos, ya que al hacerlo se captarían dos tercios de las emisiones de dióxido de carbono provocadas por el hombre.
Tom Crowther, profesor en el Laboratorio Crowther, un grupo de investigación con sede en la Escuela Politécnica de Zúrich, instó a cientos de miles de personas que faltaron a la escuela y el trabajo este año, a plantar árboles o financiar tales esfuerzos.
“Todas las demás soluciones al cambio climático requieren que cambiemos nuestro comportamiento, o necesitamos una decisión de arriba hacia abajo de parte de un político que puede o no creer en el cambio climático, o es un descubrimiento científico que aún no tenemos”, dijo a la Fundación Thomson Reuters.
“Esta no es sólo nuestra solución más poderosa, es una en la que todos podemos involucrarnos”, dijo.
Si bien plantar árboles para absorber una cuarta parte del carbono en la atmósfera, incluidas las fuentes humanas y naturales, es un objetivo ambicioso, Crowther dijo que podría lograrse si todas las personas preocupadas por el cambio climático se pusieran a trabajar en el tema.
Los científicos de Crowther Lab publicaron el jueves lo que dijeron fue el primer estudio que analizó cuántos árboles puede soportar el mundo, dónde podrían cultivarse y cuánto carbono podrían almacenar.
Los mejores lugares para reforestar están en los trópicos debido a la alta tasa de crecimiento de los árboles allí, pero la reforestación de la tierra se puede hacer en la mayoría de los países e incluso en casa, agregó Crowther.
El sitio web de Crowther Lab tiene un mapa global con consejos sobre qué tipos de árboles y cuántos se pueden cultivar en jardines.
Los trópicos perdieron 12 millones de hectáreas (29 millones de acres) de árboles en el 2018, en gran parte debido a los incendios, la limpieza de tierras para la agricultura y la minería, la cuarta pérdida anual más alta desde que comenzaron los registros en 2001, según el servicio de monitoreo Global Forest Watch.