Alejandro Bohn reconoció que la compañía no puede asegurar el pago de los sueldos de los trabajadores. Molesto, el ministro de Minería advirtió que “olvidémonos que el gobierno ayudará a esta empresa que ha tenido este comportamiento".
Santiago. Polémica causaron en Chile las declaraciones de uno de los dueños de la mina San José -donde se encuentran atrapados 33 trabajadores-, Alejandro Bohn, quien dijo que la empresa “está tranquila” ante eventuales responsabilidades que le cabrían por el accidentes y reconoció que no hay certeza de que la empresa pueda seguir cancelando el sueldo de sus empleados.
En entrevista a Radio Cooperativa dijo que “la compañía está tranquila en el sentido que nunca tuvo antecedentes de una catástrofe de este tipo, sus trabajadores estaban entrenados y tenían los dispositivos de seguridad para que, acontecido un evento de estas características, pudiesen tener la protección necesaria".
Argumentando la deteriorada situación económica de la firma, Bohn dijo que ésta no tenía previstos seguros para sus trabajadores. Explicó que "debido al prolongado cierre tuvimos un deterioro económico importante y a la fecha no hemos podido reponerlos, pero la cobertura de los seguros en estos casos es bastante bajo".
Agregó que "no tenemos ninguna intención de seguir con la mina San José por el momento, lo único que nos interesa es seguir adelante con el rescate" y recordó que “nuestra compañía minera es pequeña, nuestro único yacimiento en explotación era San José, es difícil proyectar una empresa con su único yacimiento detenido".
En cuanto a los salarios de los trabajados, reconoció que no hay certeza que la empresa pueda seguir cancelando los sueldos, para lo cual "hemos hablado con las autoridades con respecto a buscar soluciones para seguir adelante, lamentablemente por el momento, tanto ellos como nosotros estamos enfocados en rescatar a nuestros trabajadores".
Frente a la pregunta sobre si pediría perdón a las familias de los mineros, respondió que "hay que tener cautela, hay que dejar que la investigación avance, para ver que se pudo haber hecho con anticipación".
Reacción del gobierno. Las palabras de Alejandro Bohn causaron la molestia del ministro de Minería, Laurence Golborne, quien consideró sorprendente que la empresa no asegure los sueldos de sus trabajadores y señaló que su actuar "deja mucho que desear".
Tras la entrevista a uno de los dueños de la mina, advirtió que “olvidémonos que el gobierno ayudará a esta empresa que ha tenido este comportamiento".
Añadió que las palabras de Bohn “las encuentro realmente sorprendentes. Vamos a analizar a nivel de Gobierno, dando cumplimiento íntegro a la ley, las obligaciones que podamos tener en estas circunstancias, pero las principales obligaciones son de la empresa", indicó a El Diario de Cooperativa.
El secretario de Estado dijo que si la empresa hubiera cumplido con sus obligaciones, como tener una salida de emergencia a través de la chimenea de ventilación, "nos hubiéramos ahorrado todo este drama".