El cardenal Godfried Danneels ha sido acusado de conocer los abusos sexuales y no haber hecho nada para detenerlos.
Bruselas. La policía belga interrogó este martes como testigo al ex líder de la Iglesia Católica del país, dentro de una investigación sobre las acusaciones de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.
El cardenal Godfried Danneels, que dejó el cargo en enero después de tres décadas como arzobispo belga, ha sido acusado de conocer los abusos sexuales y no haber hecho nada para detenerlos.
"Se le mencionó en al menos 50 archivos como consciente (de los casos de abusos)", indicó un portavoz de la oficina del fiscal de Bélgica.
Danneels no ha respondido en público a las acusaciones y no está acusado de ningún delito. El portavoz de la conferencia episcopal del país, Eric De Beukelaer, ha dicho que la Iglesia Católica belga está dispuesta a cooperar con la investigación.
Además se ha iniciado una inspección sobre la propia investigación, para asegurar que se siguen las normas adecuadamente.
"Este asunto es tan importante que tienes que comprobar desde el principio que los procedimientos se están siguiendo de forma correcta", indicó el portavoz de la oficina del fiscal.
Un comité eclesiástico que supervisaba las denuncias de abuso sexual sobre niños cometidos por sacerdotes fue disuelto la semana pasada, después de que la policía incautara todos sus 475 archivos y el ordenador de su presidente, Peter Andriaenssens.
Los documentos se confiscaron durante varios registros coordinados en los que la policía perforó dos tumbas de la cripta de la catedral de Mechelen, en el norte de Bélgica, e introdujo unas cámaras diminutas para comprobar si se habían ocultado documentos allí.
Los registros supusieron otro motivo de bochorno para la Iglesia Católica belga, tras la dimisión en abril del obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, después de que admitiera haber abusado sexualmente de un niño años antes.
Su confesión provocó una oleada de denuncias de abusos ante la comisión. El abuso de menores es un tema especialmente sensible en Bélgica, donde lo que se consideró como la incompetencia policial ante el asesino pedófilo Mark Dutroux provocó protestas masivas en los años 90.