Las hipótesis del accidente apuntan a que se trató de un desabastecimiento de combustible de la aeronave con 81 personas a bordo debido a que al chocar contra el suelo no hubo una explosión.
Colombia. Una tragedia enluta al fútbol mundial este martes luego de que en la noche del lunes 28 de noviembre se accidentara entre el municipio de la Ceja y la Unión un avión de la aerolínea Lamia Corpotation SRL, de Bolivia, de matrícula CP2933, que provenía de Santa Cruz de la Sierra y transportaba a todos los jugadores y directivos del equipo brasileño Chapecoense, que iba a disputar este miércoles la final de la Copa Sudamericana contra Atlético Nacional.
Las hipótesis del accidente apuntan a que se trató de un desabastecimiento de combustible de la aeronave con 81 personas a bordo debido a que al chocar contra el suelo no hubo una explosión.
La Aeronáutica Civil confirmó que hacia las 10:00 p.m. del lunes, el piloto de la aeronave se comunicó con la torre de control del aeropuerto internacional José María Córdova, ubicado en Rionegro, para pedir prioridad en el aterrizaje argumentando que el avión presentaba fallas eléctricas. Lastimosamente, a pocas millas de aterrizar se presentó el accidente del que hasta el momento habían sido rescatadas siete personas con vida, de las cuales dos fallecieron, una de ellas mientras era trasladada en ambulancia.
El otro caso es el del arquero Marcos Danilo Padilha, de 31 años, quien fue rescatado con vida en la madrugada de este martes y trasladado a la clínica con múltiples fracturas en el cuerpo y un trauma craneoencefálico. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los médicos por mantenerlo con vida este murió alrededor de las 6:30 am.
Entre tanto su compañero Alan Luciano Ruschel, de 27 años y lateral del equipo brasileño, se encuentra en estado crítico en el Hospital Regional San Juan de Dios con politraumatismos y una fractura de cadera. El jugador será sometido a una delicada cirugía y de allí será trasladado a un hospital de mayor nivel. Los otros heridos son el arquero Jakson Ragnar Follman, la azafata Ximena Suárez, el técnico de la aeronave Erwin Tumiri y el periodista Rafael Henzel.