Pobladores de la región que alberga el ícono turístico de Macchu Pichu, se sumaron este martes a una protesta con un paro de actividades por 48 horas para manifestarse contra un proyecto de irrigación que temen afecte sus recursos hídricos.
Lima. Pobladores de la región peruana de Cusco, que alberga el ícono turístico de Macchu Pichu, se sumaron este martes a una protesta con un paro de actividades por 48 horas para manifestarse contra un proyecto de irrigación que temen afecte sus recursos hídricos, dijo un dirigente.
Los pobladores del Cusco se adhirieron a una protesta lanzada la semana pasada por los residentes de la localidad de Espinar, a unos 650 kilómetros de Lima, ante temores a que el proyecto Majes-Siguas II que irrigará 38.500 hectáreas de tierras agrícolas los deje sin agua.
La protesta ya dejó una persona muerta la semana pasada tras un enfrentamiento entre los pobladores y la policía.
"Todo está paralizado", dijo en una conversación telefónica el presidente del Comité de Lucha de Espinar, Néstor Cuti.
La paralización afectaba incluso el movimiento de los trenes que llevan turistas hasta la famosa ciudadela inca de Macchu Pichu, según medios locales.
Asimismo, la protesta supone un nuevo conflicto social en la recta final del mandato del presidente Alan García, un fuerte impulsor de la inversión privada cuyo nivel de desaprobación es cercano al 60 por ciento.
Con la concreción del proyecto Majes-Siguas II -en manos de un consorcio conformado por una firma española y otra peruana- el Gobierno busca beneficiar la producción agrícola de provincias del sur del país.
Esto sucede en medio de esfuerzos por impulsar la agroexportación y diversificar su economía más allá de su tradicional motor, el sector minero.
Perú también es el principal exportador de espárragos del planeta.
En un esfuerzo por aplacar los temores de los pobladores de Espinar, el Gobierno de García emitió semanas atrás un decreto supremo para asegurar que los residentes de esa región cuenten con el abastecimiento de agua.
Cuando arreció la violencia la semana pasada, el nuevo primer ministro José Antonio Chang pidió a los pobladores de Espinar levantar las medidas de fuerza para entablar un diálogo.
Sin embargo, las conversaciones lucen estancadas.
"Sólo nos han enviado un documento para que levantemos (la medida), pero hemos enviado otros documentos sobre eso y aún no tenemos respuesta", afirmó el dirigente Cuti.