"La idea es cambiar esta mala costumbre de los habitantes de Río de Janeiro", dijo el alcalde de la próxima ciudad olímpica, que es conocida por la cantidad de basura que se acumula diariamente en las calles.
Río de Janeiro, Xinhua. El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, anunció este martes que el Ayuntamiento de la ciudad empezará a multar a los ciudadanos que tiren basura en las calles, con el fin de educar a la población de la urbe, famosa por su suciedad.
En una entrevista a una televisión local, Paes aseguró que lanzar al suelo un objeto del tamaño de una lata de refresco supondrá una multa elevada.
"La idea es cambiar esta mala costumbre de los habitantes de Río de Janeiro", dijo el alcalde de la próxima ciudad olímpica, que es conocida por la cantidad de basura que se acumula diariamente en las calles.
Las multas se aplicarán según el tamaño del objeto tirado en las calles. Para los objetos que tengan un tamaño hasta una lata de refresco o de cerveza, las personas multadas podrían pagar hasta 157 reales (US$78).
Para los objetos más grandes que una lata pero más pequeños que un metro cúbico, la multa será de 392 reales (US$196), y para los objetos más grandes de un metro cúbico, se eleva la multa a 980 reales (US$490).
Todas las sanciones las pondrá un equipo formado por un funcionario de la empresa municipal de la limpieza, un guardia municipal y un oficial de la policía militar. Para registrar la multa, apenas se pedirá la identificación de los infractores.
Al igual que sucede con las multas de cualquier otra índole, los ciudadanos tendrán el derecho de apelar si consideran que el castigo es injusto.
Según el gobierno municipal, la limpieza de las calles de Río de Janeiro cuesta 600 millones de reales (US$300 millones) al año. La cantidad de basura recogida en la ciudad aumenta durante los grandes eventos o fiestas, como Año Nuevo y el Carnaval.
Anteriormente, el Ayuntamiento de Río de Janeiro, la segunda mayor ciudad de Brasil y principal destino turístico del país, ya tomó iniciativas similiares, como detener a las personas que orinen en las calles, principalmente durante el Carnaval.
La medida adoptada por el gobierno de Río de Janeiro ya la aplicaron ayuntamientos de otras grandes ciudaes del mundo, como Londres y París.