La ampliación, que tuvo un costo de US$3.310 millones, va desde Ipanema hasta Barra, la zona que alberga el parque y la villa olímpica.
Río de Janeiro. El presidente interino de Brasil, Michel Temer, presidió el sábado la inauguración del último gran proyecto de infraestructura que estaba pendiente para los Juegos Olímpicos: la extensión de una línea del metro completada a sólo seis días de la ceremonia inaugural de la cita deportiva.
La ampliación, que tuvo un costo de 10.000 millones de reales (3.310 millones de dólares), va desde Ipanema hasta Barra, la zona que alberga el parque y la villa olímpica. El proyecto es clave para facilitar el transporte de atletas y espectadores entre las distintas zonas de competición.
Durante el desarrollo de los Juegos, ese tramo del metro sólo podrá ser usado por atletas, miembros de las delegaciones, público con entradas para los eventos del día en el que viajen y por otras personas que porten credenciales olímpicas.
Durante la ceremonia de inauguración del metro, Temer dijo a los medios que espera que los Juegos ayuden a la unificación de un Brasil dividido, que está en medio de una crisis económica y política y que ha sufrido varios reveses durante la organización del mayor evento deportivo del mundo.
La expectativa general es que Temer asuma oficialmente la presidencia sólo días después del término de los Juegos, el 21 de agosto. La votación que tendrá el Senado sobre el juicio político a la suspendida presidenta Dilma Rousseff está prevista para la última semana de agosto y todo apunta a que será alejada definitivamente del cargo.
Temer asumiría la dirección del país hasta las elecciones que se realizarían en 2018. Los sondeos de opinión muestran que la población lo rechaza tanto como a Rousseff, con índices de aprobación están en un dígito, y esta semana el presidente interino señaló que estaba preparado para ser abucheado durante la ceremonia de apertura de este viernes.
Se espera que el metro alivie el tráfico cada vez más congestionado de Río. La ampliación de la línea transportaría un volumen adicional de 300.000 pasajeros al día, según un estudio realizado por la Fundación Getulio Vargas, unos de los principales centros de investigación y de negocios de Brasil.