La subida del río por las lluvias en los últimos meses ha forzado a 80.060 personas a salir de sus casas en Asunción, mientras que a nivel nacional hay 240.125 desplazados por las riadas, según informó hoy a Efe la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
Asunción. La mayor crecida del río Paraguay en dos décadas alcanzará su cota máxima en Asunción la próxima semana, pero la bajada de su caudal será lenta, lo que impedirá el regreso a corto plazo de los evacuados a sus casas, según dijo hoy a Efe el director de Meteorología e Hidrología, Julián Báez.
La subida del río por las lluvias en los últimos meses ha forzado a 80.060 personas a salir de sus casas en Asunción, mientras que a nivel nacional hay 240.125 desplazados por las riadas, según informó hoy a Efe la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
El río Paraguay subió este viernes otros tres centímetros en el puerto de Asunción, hasta los 7,27 metros.
"Estamos pronosticando en base a los análisis de distribución de precipitaciones y tendencias aguas arriba que llegue por fin a su máximo en los primeros días de la semana", indicó Báez.
Según sus cálculos, alcanzará una cota máxima de 7,3 o 7,4 metros, un nivel en el cual se estacionaría, para después bajar lentamente.
Se trata del mayor volumen desde 1992, cuando el río llegó a 8,5 metros en la capital, añadió.
Su impacto en la ciudad ha sido mayor esta vez porque durante el largo período de estiaje miles de pobres inmigrantes rurales se asentaron en áreas bajas de sus márgenes, que han quedado completamente anegadas.
En Asunción la mayoría de los desplazados vive en refugios construidos por ellos mismos con placas de aglomerado, que en Paraguay llaman terciadas, y chapas de uralita como tejado, parte de ellas donadas por el Estado.
Han instalado sus asentamientos precarios en los terrenos de dos cuarteles y en cualquier espacio libre que han encontrado en aceras, calles y plazas.
Apremiados por la escasez de baños, el hacinamiento y la pérdida de bienes, animales y empleos, varios cientos de damnificados expresaron su frustración hoy en una manifestación frente a la residencia presidencial, conocida como Mburuvichá Róga, "la casa del jefe" en idioma guaraní.
La protesta "es una medida de fuerza para exigir nuestros derechos", dijo a Efe Luis Martínez, un estudiante de 24 años que es miembro de la Coordinadora de Emergencia del Bañado Sur, que agrupa a representantes de las comunidades de esa zona, la más afectada por las inundaciones.
Los manifestantes pedían más materiales de construcción, asistencia médica y alimenticia.
Muchos de los residentes del Bañado Sur viven de la recogida de materiales reciclables, pero ahora no tienen dónde venderlos por la inundación de los lugares de acopio, dijo Martínez.
"Estamos desempleados. La gente usó el dinero que tenía para mudarse", se lamentó.
Durante la protesta algunos de los participantes intentaron encadenarse frente a la residencia del presidente Horacio Cartes, tras lo cual policías y la guardia presidencial intervinieron con gases lacrimógenos y pistolas eléctricas, dijo Martínez.
Aunque el fin de la crecida está en el horizonte, Báez alertó de que el retroceso de la inundación será lento debido a que el río Paraná, en el que desagua el Paraguay, también lleva mucho más caudal de lo normal.
El Paraná recibirá este fin de semana nuevas precipitaciones en la zona del encuentro de ambos ríos, en la frontera entre Argentina y Paraguay, lo que ralentizará aun más la salida del agua hacia el Atlántico, dijo el meteorólogo.
De hecho, aunque en la capital el río alcanzará pronto su máximo, la riada seguirá aguas abajo, donde el nivel continuará en alza en las próximas dos semanas, explicó Báez.
El director de Meteorología alertó asimismo sobre el posible impacto del fenómeno de El Niño durante la época de lluvias, a finales de año.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) estima en entre un 75 y un 80 % la probabilidad de que ocurra ese fenómeno, que consiste en un aumento de la temperatura media en la superficie del océano en la zona tropical del Pacífico, el cual afecta al clima del planeta.
El Niño doblaría o triplicaría el volumen de lluvias por mes en Paraguay, según Báez. "En diciembre podemos tener una situación parecida a la de ahora", advirtió.