"En esta fecha tan triste, Brasil se une en memoria a las víctimas y se solidariza con las madres, padres y amigos de los jóvenes de Santa María", afirmó la gobernante desde Cuba.
Río de Janeiro. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recordó este lunes a las 242 víctimas del incendio ocurrido hace exactamente un año en una discoteca de la ciudad brasileña de Santa María y que constituyó la mayor tragedia de su tipo en los últimos 50 años en Brasil.
La mandataria brasileña también manifestó su solidaridad a los familiares de las víctimas en un mensaje en su cuenta en Twitter que envió desde Cuba, en donde realiza una visita oficial y participará en La Habana de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
"En esta fecha tan triste, Brasil se une en memoria a las víctimas y se solidariza con las madres, padres y amigos de los jóvenes de Santa María", afirmó la gobernante.
Rousseff dijo que hace un año, en su condición de presidenta, viajó a Santa María para ofrecer apoyo y llevar solidaridad a las víctimas y sus familiares; que aún recuerda a cada madre y a cada padre que abrazó, y que, en su condición de madre y abuela, se unió en el dolor a los parientes de las víctimas.
"Pasado un año de la tragedia en Santa María, la tristeza aún está viva en nuestros corazones", agregó la jefe de Estado.
Los diferentes homenajes a las víctimas de la tragedia previstos para este lunes comenzaron en la madrugada con una vigilia que reunió a cerca de 600 personas frente a los restos de la discoteca destruida por el incendio.
El incendio fatal se registró en la madrugada del 27 de enero de 2013 en la discoteca Kiss, cuando cientos de estudiantes de la Universidad Federal de Santa María disfrutaban de una fiesta de integración.
Según la Policía, una bengala usada por un grupo musical que actuaba en el local alcanzó la espuma usada en el aislamiento sonoro del techo que, al arder, generó sustancias tóxicas que causaron la mayoría de las muertes.
Las autoridades también investigan como posibles causas de la tragedia la falta de extintores y la ausencia de puertas de emergencia, que la discoteca debería tener según la legislación local y que dificultó la evacuación.