La votación seguía su curso en el referéndum sobre una constitución que Asad dice llevará a una elección multipartidaria en tres meses.
Beirut. Al menos 31 civiles y soldados sirios murieron este domingo, mientras el país votaba una una nueva Constitución que podría mantener en el poder al presidente Bashar al-Assad hasta 2028.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que un bombardeo militar de distritos opositores en Homs, que ya lleva cuatro semanas, ha causado la muerte de nueve civiles, mientras que los rebeldes han causado la muerte de cuatro soldados en los enfrentamientos en la ciudad.
El Observatorio, con sede en Reino Unido, dijo que ocho civiles y 10 miembros de las fuerzas de seguridad murieron producto de la violencia en el resto de Siria, que vive una revuelta cada vez más militarizada en contra de las cuatro décadas de Gobierno de la familia Asad.
La votación seguía su curso en el referéndum sobre una constitución que Asad dice llevará a una elección multipartidaria en tres meses, pero que sus opositores ven como una broma de mal gusto dados los disturbios que convulsionan al país.
"¿Qué deberíamos estar votando, si morimos por los bombardeos o por las balas? Esas son nuestras únicas alternativas", dijo Waleed Fares, un activista del distrito de Jalidiyah en Homs.
"Hemos estado atrapados en nuestras casas por 23 días. No podemos salir, excepto por algunos callejones. Los mercados, escuelas y edificios gubernamentales están cerrados y hay muy poco movimiento en las calles debido a los francotiradores", agregó.
Fares dijo también dijo que la gente en las zonas de oposición querían quemar copias de la nueva constitución en protesta por el referéndum, pero que era demasiado peligroso aventurarse a salir de sus casas.
El sábado, fuerzas de seguridad mataron al menos a 100 personas en todo Siria, incluyendo a seis mujeres y 10 niños, dijo la opositora Red Siria de Derechos Humanos.
El Gobierno sirio, apoyado por Rusia, China e Irán y que sigue inmutable ante la presión árabe y occidental para detener el baño de sangre, dice que combate contra "grupos terroristas armados" apoyados desde el extranjero.
El comunidad internacional no ha podido detener a Asad en sus intentos por sofocar la revuelta de 11 meses, que podría decaer en un conflicto sectario entre la mayoría musulmana suní de Siria y la secta minoritaria alauí del presidente.
La matanza militar sobre Homs ha creado condiciones terribles para los civiles, rebeldes y periodistas.
Un vídeo subido por activistas a YouTube mostró al doctor Mohammad al-Mohammad en una clínica improvisada en Baba Amro sosteniendo a un niño de 15 años golpeado en el cuello por un misil shrapnel y escupiendo sangre.
"Es adentrada la noche y Baba Amro sigue siendo bombardeado. No podemos hacer nada por este niño", dijo el doctor, quien también ha atendido a periodistas occidentales heridos en la ciudad.
La corresponsal estadounidense Marie Colvin y el fotógrafo francés Remi Ochlik perdieron la vida en el bombardeo de Homs la semana pasada y otros dos periodistas occidentales resultaron heridos. El grupo sigue atrapado allí, pese a los esfuerzos de la Cruz Roja por sacarlos.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo que aún no podía evacuar a los ciudadanos en peligro de Baba Amro. Tras un día de conversaciones con autoridades sirias y combatientes de oposición, el organismo sostuvo que "no hay resultados concretos".