En el frente internacional, China dijo que creía que una solución pacífica a la crisis siria seguía siendo posible, pero el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña indicó que temía que el país de Oriente Medio esté cayendo en una guerra civil.
Patrullas militares y policiales se desplegaron este domingo por en el distrio de Mezze de la capital siria para evitar que se repitan las protestas contra el presidente Bashar al-Assad que amenazan su poder sobre Damasco, reportaron activistas de oposición.
En el frente internacional, China dijo que creía que una solución pacífica a la crisis siria seguía siendo posible, pero el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña indicó que temía que el país de Oriente Medio esté cayendo en una guerra civil.
La agencia oficial de noticias de China, Xinhua, reflejó la visión de Pekín un día después de que un enviado chino se reuniera con Assad en Damasco, mientras miles de sirios se manifestaban en el centro de la capital, en una de las mayores protestas contra el Gobierno en la ciudad desde que se inició un levantamiento a nivel nacional hace casi un año.
El domingo, el cuerpo de Samer al-Khatib, un joven manifestante que murió cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra la protesta, fue enterrado a primeras horas de la mañana en Mezze.
Las fuerzas de seguridad mantuvieron una fuerte presencia para evitar que el funeral se convirtiera en una manifestación contra Assad, según dijeron a Reuters activistas de oposición en Amán.
Quince camionetas transportando a policías de seguridad y a las milicias armadas de Assad, conocidas como "shabbiha", vigilaron el funeral mientras Khatib era enterrado silenciosamente, dijeron activistas.
Los autos policiales y jeeps con milicias patrullaron Mezze mientras agentes de la policía secreta se dispersaban a pie, deteniendo a hombres al azar y revisando sus tarjetas de identificación, agregaron.
"Caminar por Mezze ahora supone el riesgo de arresto. El área está tranquila e incluso las populares tiendas de alimentos en Sheikh Saad están vacías", dijo el activista Moaz al-Shami, refiriéndose a una calle principal.
La protesta de Damasco indicaba que el movimiento contra Assad, quien ha gobernado Siria por 11 años tras suceder a su difunto padre Hafez, no ha amainado ante la represión y abarca a un amplio sector de la sociedad siria.
Assad, quien pertenece a la secta alauita, una rama del islam chií en un país de mayoría sunita, ha dicho que se encuentra combatiendo a terroristas apoyados por el extranjero.
El tiroteo del sábado por parte de fuerzas de seguridad se realizó mientras el enviado chino, el canciller Zhai Jun, se reunía con Assad y llamaba a todas las partes a poner fin a la violencia.
Zhai también expresó el apoyo de Pekín al plan de Assad de realizar un referendo y elecciones multipartidistas dentro de cuatro meses, una medida que Occidente y parte de la fragmentada oposición siria han desestimado como una farsa.
China ha emergido como una figura importante en los múltiples esfuerzos internacionales para terminar con el derramamiento de sangre en Siria y es uno de los principales defensores de Assad.
"China cree, al igual que muchos otros, que aún hay esperanza de que la crisis de Siria pueda ser resuelta mediante el diálogo pacífico entre la oposición y el Gobierno, contrario al argumento de algunos países occidentales de que se está acabando el tiempo para las conversaciones en Siria", sostuvo Xinhua en una columna.
La columna también criticó la postura de Occidente, destacando las diferencias entre las potencias extranjeras respecto a cómo lidiar con el conflicto.
Los países occidentales están "más guíadas por consideraciones geopolíticas que por su autoproclamado 'objetivo' de liberar al pueblo sirio", aseveró Xinhua.
Las declaraciones pueden ser un alivio para Assad, quien actualmente es denostado por Occidente por la dura represión que lleva a cabo en su país.
China y Rusia enfurecieron a Occidente y los países árabes este mes al bloquear un borrador de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que apoyaba un plan árabe que exhortaba a Assad a detener la represión y ceder el poder.
Ambos países también votaron en contra de una resolución similar no vinculante de la Asamblea General de la ONU, la cual fue aprobada por abrumadora mayoría esta semana.
