Medio Amatrice "ya no existe", dice el alcalde de la pequeña localidad ubicada en el centro del país, de algo más 2.500 habitantes.

"Ha sido un terremoto severo, que ha causado heridos y algunos derrumbes en edificios", informó el jefe de Protección Civil, Fabrizio Curcio, a la televisión pública. Un fuerte sismo de 6,2 grados golpeó la madrugada de este miércoles (24.08.2016) un área montañosa en el centro de Italia, lo que causó heridos y el colapso de edificios.

Al menos 120 personas han fallecido y hay decenas de heridos y desaparecidos, según informó la Protección Civil italiana. De las 73 víctimas oficiales, 53 se han producido entre las localidades de Accumoli y Amatrice, en la provincia de Rieti, en la región de Lacio, y las otras 20 en Arquata de Trontro, en la región de las Marcas.

El Servicio Geológico de Estados Unidos informó que el terremoto de 6,2 se registró a la 1:36 GMT y que su epicentro se ubicó en la pequeña ciudad medieval de Norcia, en la región de Umbría, unos 100 kilómetros al noreste de Roma.

El terremoto, que se ha registrado a las 03:36 horas locales (1:36 GMT) cerca de Accumoli, en la provincia de Rieti, y con epicentro a solo cuatro kilómetros de profundidad, se dejó sentir en Roma y en todo el centro de Italia. Fue además seguido de varias réplicas, incluyendo una de 5,9 grados a las 2:33 GMT.

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Sergio Pirozzi, alcalde de la localidad italiana de Amatrice (en la imagen), lamentó en declaraciones a la cadena privada Sky que "la mitad de la localidad ya no existe, la gente está bajo los escombros". "Las vías de acceso y salida de la ciudad están cortadas. La mitad de la ciudad desapareció", dijo también a la cadena de televisión estatal RAI, en la que advirtió que "hubo deslizamientos de tierra y un puente podría derrumbarse".

La pequeña ciudad de Norcia fue ya golpeada por un importante terremoto en 1979, que causó la muerte de cinco personas, y se encuentra relativamente cerca de L'Aquila, donde un terremoto de 5,9 mató a 309 personas hace siete años. Curcio indicó que el sismo de hoy fue "severo" y "comparable" al de L'Aquila por su intensidad, pero añadió que probablemente sea menos mortífero porque se produjo en un área menos densamente poblada.