En Grenoble unos 300 vehículos fueron quemados por manifestantes, quienes también atacaron un tranvía.
París. Violentos manifestantes quemaron vehículos, atacaron un tranvía y dispararon a la policía durante la madrugada de este sábado en la ciudad francesa de Grenoble, en medio de una protesta por un hombre que huía de efectivos tras supuestamente asaltar un casino.
El ministro del Interior, Brice Hortefeux, tenía previsto viajar este sábado a la ciudad para supervisar los incidentes, dijo un funcionario local.
La violencia comenzó alrededor de la medianoche del viernes y se prolongó durante la madrugada en el vecindario pobre de Villeneuve, hogar del supuesto ladrón.
La policía dijo que intervino después de que varios residentes detuvieran un tranvía al prender fuego en las vías y lanzarle piedras.
Unos 30 vehículos fueron quemados, pero no se reportaron víctimas. La policía dijo que disparó una vez y que los manifestantes devolvieron el ataque.
Los problemas se produjeron tras un asalto a un casino cerca de Uriage-les-Bains a manos de dos hombres armados a primera hora del viernes.
La policía dijo que ambos huyeron con unos 20.000 ó 40.000 euros y fueron perseguidos por agentes. Los sospechosos abrieron fuego, hiriendo a un efectivo, y uno de los supuestos ladrones murió en el tiroteo posterior, según el relato judicial.
El segundo hombre huyó al barrio de Villeneuve, donde unos helicópteros de la fuerza sobrevolaron la zona durante gran parte de la noche en un infructuoso intento por localizarlo.
Los disturbios en Grenoble recordaron al descontento social que explotó en toda Francia a finales de 2005, después de que dos adolescentes de un suburbio parisino murieran mientras huían de la policía.
Las muertes provocaron casi tres semanas de disturbios en todo el país, a menudo en suburbios de la periferia de las grandes ciudades francesas.
Estos vecindarios de rápido crecimiento, construidos a finales de las décadas de 1950 y 1960 para albergar a la creciente población de obreros e inmigrantes, se han convertido prácticamente en guetos donde el desempleo es alto, hay malos servicios públicos y hierve el resentimiento.
En los disturbios de 2005, unos 300 edificios y 10.000 vehículos fueron quemados, mientras que 130 policías y manifestantes resultaron heridos.
Desde entonces, el descontento ha surgido a menudo cuando los residentes tienen altercados con la policía.
La policía y el gobierno francés temen que los suburbios pobres exploten de nuevo, ya que las causas subyacentes - alto desempleo, tráfico de drogas, pocas oportunidades y una sensación de exclusión de la sociedad - apenas han cambiado.
Sindicatos policiales han expresado sus preocupaciones por el aumento de los delitos violentos alentados por la recesión y el resurgimiento del tráfico de drogas en algunas zonas.
