La tormenta se mueve hacia Washington, D.C., con pronósticos de nevadas a niveles récord, tras azotar tres estados cercanos. Miles de vuelos han sido cancelados.
El Servicio Nacional de Meteorología describió la tormenta como "potencialmente paralizante" para una franja del noreste, donde se prevén nevadas de más de 61 centímetros para Baltimore y las áreas metropolitanas de Washington desde el viernes por la noche. "Se está expandiendo y se dirige hacia el Este. Continuará creciendo a medida que pase los estados de la región central de la Costa Este", dijo el meteorólogo Daniel Petersen.
Millones de residentes en el área de la tormenta se preparaban para el fin de semana dejando a las tiendas sin agua embotellada, alimentos y otras mercaderías. Las oficinas federales en Washington cerraban a mediodía y las escuelas públicas cancelaron las clases.
La Autoridad de Tránsito del Área Metropolitana de Washington, que opera el segundo sistema de metro más concurrido de Estados Unidos, tomó la inusual decisión de suspender las operaciones desde las últimas horas del viernes hasta el domingo.
LH ha cancelado vuelos a Washington y New York. Las aerolíneas también cancelaron más de 5.000 vuelos para el viernes y el sábado, según FlightAware.com. El aeropuerto de Filadelfia dijo que cancelará todos los vuelos previstos para el sábado. El meteorólogo Alex Sosnowski, de AccuWeather, dijo que la tormenta que afectará Washington podría ser de las mayores registradas, eclipsando la del 2010, llamada "Snowmageddon", en la que cayeron más de 45 centímetros de nieve.
La mayor tormenta de nieve registrada en Washington fue la llamada Knickerbocker de 1922, que sepultó la ciudad bajo 71 centímetros de nieve. "No entren en pánico. Es solo lluvia congelada. NO, repito, NO compren todo el pan de las tiendas (...) les recomiendo el cereal", dijo la policía de Bangor, Maine, en su página de Facebook. El área de Nueva Inglaterra solo se vería afectada por una ventisca.