"Yo captaba aquellas grandes llamaradas de 15 a 20 metros de altura y escuchaba los gritos de los presos: ¡Auxilio! ¡Tírennos agua! ¡Ayúdennos! ¡Sáquennos de aquí! Era algo conmovedor", sostuvo Alfredo García, un joven de 22 años.

¡Auxilio! ¡Tírennos agua! ¡Ayúdennos! ¡Sáquennos de aquí!, clamaban los presos mientras el pavoroso incendio les arrebataba la vida en la vetusta granja penal de esta ciudad.

Quince minutos después, aquellos gritos desesperados desaparecieron, sin embargo, las llamas aún mantenían su intensidad, relató Carlos Alfredo García, un joven de 22 años que con su teléfono móvil grabó un video de siete minutos, que al día siguiente del siniestro -la noche del martes- colocó en YouTube.

Este video que hoy recorre el mundo mostrando la ineptitud de los gobiernos del país en materia penitenciaria, tiene la marca de un joven comerciante, quien a pesar de haber perdido a su padre, Reyes Arzubí García en el 2002, a manos de las pandillas, se muestra conmovido por la forma en que perecieron calcinados 355 presos.

“Yo estaba acostado a eso de las 10:40 de la noche, cuando de pronto escuché una explosión y demasiados gritos, entonces salí a ver lo que pasaba y observamos que se estaba incendiando la granja penal".

Aún confundido con lo que pasaba saqué mi celular y empecé a capturar aquellas imágenes desgarradoras.

Yo captaba aquellas grandes llamaradas de 15 a 20 metros de altura y escuchaba los gritos de los presos: ¡Auxilio! ¡Tírennos agua! ¡Ayúdennos! ¡Sáquennos de aquí! Era algo conmovedor.

Como a los tres minutos de haber comenzado a grabar empezaron a escucharse los disparos en la prisión, los cuales duraron entre cinco y siete minutos. Lo que más me remuerde es que aproximadamente en un tiempo de 15 minutos aquellos gritos se fueron apagando.