Un corresponsal de Reuters vio cinco cuerpos carbonizados en el barrio Gonin-Gora de Kanuda, donde las autoridades han reportado haber encontrado ya doce cadáveres. Un residente dijo que dos cuerpos más yacían frente a su casa.
La violencia tras las elecciones presidenciales en Nigeria dejó al menos 33 muertos en las grandes ciudades del norte del país, dijeron testigos y trabajadores de rescate, aunque el saldo fatal podría ser mucho mayor.
Un corresponsal de Reuters vio cinco cuerpos carbonizados en el barrio Gonin-Gora de Kanuda, donde las autoridades han reportado haber encontrado ya doce cadáveres. Un residente dijo que dos cuerpos más yacían frente a su casa.
La Cruz Roja confirmó al menos seis muertos este lunes en la ciudad de Kano y ocho en Katsina a consecuencia de los disturbios contra la victoria electoral del presidente Goodluck Jonathan.
También había reportes de muertos en las localidades de Zaria y Sokoto, en el remoto nordeste.
Los médicos en el norte de Nigeria estaban desbordados el martes por cientos de heridos en los disturbios iniciados por partidarios del ex gobernante militar Muhammadu Buhari, el perdedor de las elecciones del sábado.
"Estamos llenos. Hemos recibido heridas que van desde golpes hasta heridas de machete y unas cinco personas víctimas de disparos", dijo Ibrahim Gwarze, un médico del Aminu Kano Teaching Hospital.
"Recibimos un niño de siete años con una herida de bala en el estómago", añadió.
La Cruz Roja dijo que muchas personas murieron, cientos resultaron heridas y miles fueron desplazados de sus hogares por las protestas de los partidarios de Buhari, que aseguran que las elecciones fueron fraudulentas.
Iglesias, mezquitas, residencias y tiendas en la región predominantemente musulmana del norte fueron incendiadas.
Militares patrullaban las calles vacías del norte, donde había todavía algunos focos de violencia en áreas rurales en los estados de Zamfara, Katsina y Kaduna, donde la presencia militar era menor.
El riesgo de un rebrote de violencia impedía a los trabajadores de ayuda humanitaria entrar a los barrios más afectados.
En el distrito Tudun Wada de Kaduna alguien pintó "no más PDP" junto a dos cuerpos carbonizados, aludiendo al Partido Democrático del Pueblo (PDP) del presidente Jonathan.
Neumáticos de automóvil carbonizados cubrían las calles secundarias de Tudun Wada. Los soldados montaron puestos de control cada pocos cientos de metros. La fila de heridos con vendajes ensangrentados llegaba hasta la calle en un hospital militar de la ciudad.
Residentes cristianos que se habían refugiado en cuarteles de la policía y el Ejército en Kano culparon a Buhari, cuyo partido se ha negado a aceptar la victoria de Jonathan en la elección del sábado por un 59 por ciento de los votos.
"Cómo pueden decir que hubo fraude. Jonathan ganó en todo el país. Deberían aceptar el resultados en lugar de matar y destruir personas y sus propiedades", dijo Olaoye Ade, que buscó refugio con su esposa y sus hijos en un cuartel de policía en Kano.
"Estoy aquí con mi familia en el cuartel, en lugar de estar celebrando la nueva democracia en la nación", añadió.
Los resultados de la elección ilustran la polarización en Nigeria, donde Buhari arrasó el norte musulmán y Jonathan ganó ampliamente en el sur cristiano.
Buhari describió la violencia perpetrada en su nombre como desafortunada, pero no hizo ningún llamado a la calma.
"Este acto cobarde no fue iniciado por ninguno de nuestros partidarios y por lo tanto no puede ser respaldado por nuestro partido", dijo en un comunicado.
Los observadores han descrito los comicios como los más justos en décadas en la nación más poblada de Africa, que tiene una larga historia de fraude electoral e intimidación.