WikiLeaks dijo anteriormente que los archivos, que se extienden desde 2003 a 2009, detallaban 66.081 muertes de civiles en el conflicto.
Londres. La organización WikiLeaks afirmó este sábado quelos casi 400.000 documentos secretos estadounidenses sobre la guerra deIrak, que reveló esta semana, muestran que durante el conflicto hanmuerto 15.000 civiles iraquíes más de lo que se pensó inicialmente.
Wikileaksdijo anteriormente que los archivos, que se extienden desde el 2003 al2009, detallaban 66.081 muertes de civiles en el conflicto.
Losdocumentos, publicados en la web de WikiLeaks, también dan a conocerterribles casos de abusos de prisioneros por parte de las fuerzasiraquíes de los que el Ejército estadounidense tuvo conocimiento perono investigó.
En Bagdad, las autoridades iraquíesrespondieron asegurando que investigarán cualquier acusación de que suspolicías o soldados cometieron crímenes, señalando que los responsablesserían llevados ante la justicia.
Julian Assange,fundador de la página web que se dedica a filtrar información y que hasido muy criticada por el Pentágono por revelar informes secretos, dijoque esta publicación echará luz sobre lo que ocurrió en Irak,frustrando un "ataque (oficial) contra la verdad".
"Esperamoscorregir una parte de ese ataque sobre la verdad que tuvo lugar antesde la guerra, durante la guerra y que ha seguido desde que la guerraterminó oficialmente", dijo en una rueda de prensa en Londres.
WikiLeaksha trabajado con Iraq Body Count, un grupo dirigido por académicos yactivistas en favor de la paz que han estado siguiendo las bajasiraquíes, y calculó que los archivos muestran alrededor de 15.000muertes de civiles desconocidas hasta el momento, agregó Assange.
"Añadiendolas muertes de combatientes de las que se informa en estos documentos,podemos decir que más de 150.000 personas han muerto en total desde el2003, de las cuales cerca del 80 por ciento eran civiles", dijo elcofundador de Iraq Body Count, John Sloboda.
Assangedeclaró a la cadena de televisión Al Jazeera que los documentos proveensuficiente material para 40 demandas por homicidio involuntario.
ElPentágono condenó la publicación de los documentos, conocidos como lamayor brecha de seguridad de su tipo en la historia militarestadounidense, superando con creces la publicación en julio de 70.000archivos sobre la guerra en Afganistán.
Funcionariosestadounidenses dijeron que la filtración pone en riesgo a las tropasestadounidenses y a unos 300 colaboradores iraquíes al exponer susidentidades. WikiLeaks, por su parte, ha dicho que eliminó lainformación más delicada y que está seguro de que los documentos nocontienen ninguna información que pueda llevar a que alguien salgalastimado.
Los archivos muestran otros asuntos,como la conocida preocupación estadounidense sobre la formación y elapoyo a milicias iraquíes por parte de Irán.
"No miraremos para otro lado". EnIrak, varios otros funcionarios iraquíes, entre ellos el ministro delInterior, Jawad al Bolani, dijeron que muchos de los casos parecen serantiguos.
"No miraremos para otro lado en ningunode estos asuntos", dijo en Bagdad el teniente general Husein Kamal, unode los viceministros de Interior. "Todos los responsables de cualquierdelito serán perseguidos y la justicia seguirá su camino", indicó.
Milesde oficiales fueron expulsados en el ministerio tras conocerse queprisioneros, en su mayoría sunitas, permanecieron en cárceles secretasdurante el punto más álgido de los combates desatado en 2006 y el 2007.
Elministerio estuvo infiltrado por milicias chiitas, algunas de lascuales utilizaban uniformes policiales para sus escuadrones de lamuerte durante la guerra sectaria que estalló entre la minoría sunita,que controló el país con el régimen de Saddam Hussein, y la mayoríachiita, ahora en el Gobierno.
Las acusaciones deabusos de reos podrían ser un motivo de sonrojo para el Gobierno quedirige el chiita Nuri al Maliki, que busca un segundo mandato sietemeses después de las elecciones parlamentarias, que no arrojaron unganador claro y de las que todavía no ha salido un acuerdo de Gobierno.
Losdetenidos en las atiborradas cárceles iraquíes suelen pasar meses traslas rejas esperando juicio por el saturado sistema judicial. Lostribunales dependen de las confesiones para las condenas, no depruebas, lo que motiva que haya frecuentes acusaciones de tortura, algonegado por el Ministerio de Justicia.