Recientes sondeos revelaron que los favoritos en el inédito conteo son los jóvenes gobernadores de Miranda, Henrique Capriles; de Zulia, Pablo Pérez; y el ex alcalde del rico municipio capitalino de Chacao, Leopoldo López, aunque sobre él pesa una inhabilitación para ejercer cargos públicos.
La oposición venezolana escogerá entre dos gobernadores, un ex alcalde, una diputada y un ex ministro al candidato que enfrentará al popular presidente Hugo Chávez en las elecciones de octubre de 2012.
Las votaciones primarias de febrero serán las primeras que celebrará una oposición que ha llegado dividida a casi todos los anteriores comicios en los que ha triunfado cómodamente el militar retirado, que adelantó tentará un nuevo mandato tras declararse libre del cáncer que le fue diagnosticado este año.
Recientes sondeos revelaron que los favoritos en el inédito conteo son los jóvenes gobernadores de Miranda, Henrique Capriles; de Zulia, Pablo Pérez; y el ex alcalde del rico municipio capitalino de Chacao, Leopoldo López, aunque sobre él pesa una inhabilitación para ejercer cargos públicos.
La lista aceptada por la Comisión Electoral de Primarias (CEP), dada a conocer este miércoles por la coalición Mesa de Unidad Democrática (MUD), la completan la asambleísta María Corina Machado y el ex ministro y diplomático Diego Arria.
El ganador de las primarias se medirá con Chávez, quien hace dos semanas se autodeclaró libre del cáncer que le fue detectado a mediados de año, a pesar de que especialistas aseguran que deben pasar años antes de afirmar que un paciente que sufrió la enfermedad está fuera de riesgo.
El líder izquierdista de 57 años cuenta con una popularidad cercana al 50% apoyado en sus programas sociales dirigidos a la mayoría pobre del país y solventados con el ingente ingreso petrolero del país sudamericano. Sin embargo, la intención de voto a su favor es 10 puntos menor.
Según varias encuestas, desde que le fue detectado el cáncer ha repuntado el apoyo aunque eso no escapa de un reñido panorama en la intención de voto, con un tercio de los electores inclinados por Chávez, otro tercio por sus adversarios y el resto indecisos.