No obstante, el simulacro de votación de la Universidad Católica establece que ambos candidatos mantienen un "empate técnico", debido a que el estudio tiene un margen de error de 2,31 puntos porcentuales, agregó la fuente que tuvo acceso a la encuesta.
Lima. El nacionalista Ollanta Humala y la conservadora Keiko Fujimori se pisan los talones faltando dos días para la elección presidencial de Perú, según dos nuevas encuestas divulgadas el viernes, que generaron incertidumbre en los mercados de una de las economías que más crece en el mundo.
En un simulacro de votación de la Universidad Católica, Humala sacó 3,6 puntos porcentuales de ventaja a Fujimori, al obtener un 51,8% frente al 48,2% de la candidata, según una fuente que tuvo acceso al estudio.
No obstante, ambos mantienen un "empate técnico" debido a que el estudio tiene un margen de error de 2,31 puntos porcentuales, agregó la fuente que tuvo acceso al estudio, realizado el 2 de junio a 1.800 personas.
Más temprano, otro simulacro de votación de la firma Datum arrojó que Fujimori obtuvo un 50,6%, mientras que Humala logró un 49,4% en el estudio realizado el 31 de mayo y 1 de junio a 4.820 personas.
El trabajo de Datum tiene un margen de error de 1,4 puntos porcentuales, lo que implica también un empate técnico faltando apenas dos días para la segunda ronda presidencial.
El candidato nacionalista había perdido la delantera en los sondeos desde hace aproximadamente un mes, después de haber logrado la más alta votación en la primera ronda electoral del 10 de abril, aunque la diferencia frente a su contendora se ha mantenido muy estrecha.
Mercados temen, Humala pide calma. Fujimori es la preferida de los inversionistas, quienes consideran que mantendrá en pie las políticas de apertura económica del país rico en recursos naturales.
Ello pese a que la legisladora de 36 años es hija del ex presidente Alberto Fujimori, quien fue condenado por delitos de lesa humanidad y corrupción y cerró el Congreso en 1992.
Humala, quien perdió la elección presidencial de 2006, despierta resquemores a pesar de haber moderado su discurso de izquierda y haber tomado distancia del presidente venezolano, Hugo Chávez, un líder de la izquierda en Latinoamérica.
La moneda local, el sol, recortó parte de sus pérdidas iniciales y cerró con una baja del 0,11%, mientras que la bolsa retrocedía un 2,53% a las 13.58 hora local (1858 GMT).
El viernes, el militar retirado de 48 años pidió nuevamente confianza a los operadores financieros ante un eventual triunfo suyo.
"Que tengan confianza, que nosotros tenemos un equipo de técnicos con experiencia de gobierno y vamos a comprometernos a mantener el crecimiento económico, la estabilidad macroeconómica y un manejo prudencial de la caja", dijo a Reuters tras un encuentro con la prensa extranjera.
Recta final. Los candidatos se lanzaron dardos el viernes, en un intento a contrarreloj por conquistar votos que les den la victoria en la contienda electoral más reñida del país.
"Los peruanos reclaman un cambio sin intromisiones de presidentes extranjeros, nosotros somos un proyecto peruano, en el que gobernaremos los peruanos y no un presidente venezolano", dijo Fujimori en una entrevista a la radio RPP.
"Nosotros no somos parte del proyecto bolivariano controlado por el señor Hugo Chávez, que sólo lleva pobreza, inflación y autoritarismo", agregó Fujimori.
Humala no puede desprenderse de la influencia del presidente Chávez, cuyo apoyo al peruano en el 2006 es mencionado como un factor que le costó la presidencia en la anterior elección, según analistas.
El candidato ha negado cualquier vinculación actual con Chávez y más bien ha mostrado una simpatía con las ideas del moderado ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Humala, por su parte, hizo hincapié en el punto débil de su contrincante: el pasivo heredado del Gobierno de su padre.
"No podemos regresar a la corrupción ni a la dictadura (...) es necesario hacer un cambio en el país", afirmó Humala.
Durante la contienda, Fujimori ha provocado rechazo por especulaciones de que querrá liberar a su padre, condenado a 25 años de prisión por abusos a los derechos humanos en su década de poder, en la que gobernó con mano dura para derrotar a una guerrilla que buscaba imponer el comunismo en el país.
Muchos temen que ex mandatario gobernaría bajo la sombra en una gestión de su hija. Ella ha jurado que no lo excarcelará y ha pedido disculpas por los abusos de su progenitor.
En las calles de Lima, las opiniones estaban dividadas.
"No podemos volver a los tiempos oscuros de las 90', Fujimori fue una nube negra para nuestro país, hubo tantas violaciones de derechos humanos", dijo Gustavo Reyes Acosta, un abogado penalista, mientras tomaba cerveza con colegas y gritaba "!Ollanta!" en el cierre de campaña de Humala en la víspera.
"Keiko representa la continuidad económica, mientras Ollanta planea otro modelo económico que perjudicará la inversión y la economía", dijo Eduard Venegas, un agente de seguridad, mientras escuchaba el cierre de campaña de Fujimori, en otro lado de la ciudad.