El empresario Guillermo Zuloaga, propietario de Globovisión, acusó al presidente Hugo Chávez de ordenar su arresto para intentar silenciar a su emisora, crítica al Gobierno.
Caracas. El fugitivo mayor accionista del canal venezolano de televisión Globovisión descartó este lunes entregarse a la justicia y acusó al presidente Hugo Chávez de ordenar su arresto para intentar silenciar a su emisora, crítica al Gobierno.
El empresario Guillermo Zuloaga dijo en declaraciones telefónicas a su canal, desde un lugar no revelado, que está siendo víctima de una caza de brujas por parte de Chávez.
"Hemos sido nuevamente atacados vilmente por el Gobierno, con el único fin de tratar de callar nuestra pantalla", dijo.
"He llegado a la conclusión de que con mi entrega no le hago ningún favor al país, ni a Globovisión, ni a mi familia", añadió.
Orden de captura. El Ministerio Público emitió este viernes una orden de arresto contra Zuloaga y su hijo bajo el cargo de usura y agavillamiento.
"No es casualidad que el Presidente de la República de una instrucción y la Fiscalía y tribunales impongan un castigo inmediato sin que ni siquiera haya mediado juicio alguno, aunado a que esos órganos hayan sido incapaces de demostrar el carácter delictivo de los hechos que nos quieren imputar a mi hijo y a mí", declaró.
Agentes de la policía allanaron su casa en Caracas, pero no encontraron ni rastro del empresario.
El caso se remonta al 2009, cuando Zuloaga fue acusado de guardar ilegalmente 24 automóviles Toyota en una de sus casas para, según la fiscalía, manipular los precios.
Globovisión es uno de los pocos canales de oposición que hay en Venezuela.
Chávez negó en el 2007 la renovación de la concesión de otra emisora, RCTV, a la que acusó de apoyar un fugaz golpe de Estado en su contra en el 2002.