Para el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, el acuerdo de canje de combustible firmado por su país, Turquía e Irán tampoco perjudicará la imagen de neutralidad brasileña.
Brasilia. El reciente acuerdo de canje de combustible firmado por Brasil, Turquía e Irán no perjudicará la credibilidad del programa nuclear brasileño ni la imagen de neutralidad del país, dijo este martes el ministro de Relaciones Exteriores de la nación sudamericana, Celso Amorim.
"Si alguien quisiera usar eso como pretexto para crear problemas para el programa nuclear brasileño, ese será el pretexto. No creo que nadie lo use, porque hasta el (ex) presidente (George W.) Bush llegó a decir que existe confianza en Brasil", declaró Amorim en una audiencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
Brasil y Turquía mediaron en abril un pacto con la república islámica para el canje de uranio levemente enriquecido por combustible nuclear listo para ser usado para fines pacíficos.
Las potencias occidentales acusan a Teherán de perseguir la elaboración de armas nucleares, cosa que es negada por el Gobierno del presidente Mahmoud Ahmadinejad.
El programa nuclear brasileño tiene fines pacíficos, sobre todo para la generación de electricidad.
Amorim añadió que el episodio no acaba con la neutralidad del país en relación al tema.
"Por el contrario, Brasil reafirmó su neutralidad al no estar alineado con nadie y estar alineado sólo con objetivos pacíficos", argumentó.
Gestiones que apuntan a una solución. Según el canciller, Brasil y Turquía lograron la firma de una declaración que podrá llevar a una solución negociada de la disputa.
"Brasil no hizo ningún acuerdo de cooperación en el área nuclear con Irán. Nada de eso", aseguró.
Amorim explicó que Estados Unidos y otras potencias occidentales incentivaron a Brasil a buscar un acuerdo con Irán.
Además, el titular de Relaciones Exteriores dijo que, tras conversar con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quedó con la percepción de que ella tiene una postura de "no vio y no gustó" y que sólo descalifica lo alcanzado por Brasil y Turquía porque no tenía expectativa de que se lograría el acuerdo.
Las potencias nucleares lideradas por Estados Unidos continúan presionando para la aprobación de nuevas sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Irán.