La vicepresidenta Roxana Baldetti estuvo en el país 36 horas antes de la conferencia que ofreció el sábado 18 de abril, para explicar las razones del viaje a Corea y la pérdida de Juan Carlos Monzón -estrecho colaborador de Baldetti y prófugo de la justicia- en ese país.
Aunque fuentes oficiales señalaban que Baldetti no volvió hasta el sábado al país, de Seúl, Corea del Sur, donde recibió un doctorado Honoris Causa por su trabajo social, este martes en conferencia de prensa se presentaron documentos que demuestran que Baldetti sí arribó al país el viernes.
La vicemandataria arribó en un vuelo privado, según los registros migratorios, presentados por el propio vocero presidencial Jorge Ortega, el mismo que el pasado sábado en declaraciones públicas dijo que la funcionaria aún no regresaba de su viaje y no había una fecha programada.
Las recientes declaraciones también evidencian que desde el Ejecutivo se trataba de ocultar la fecha y hora de la llegada de Baldetti, de un viaje donde la acompañó Juan Carlos Monzón, hoy prófugo de la justicia por la defraudación de la SAT.
El domingo aunque Baldetti evitó confirmar el día de su regreso, una hoja dejada en el podium y que le sirvió a la vicemandataria para guiar la conferencia de prensa, resalta: "yo regresé hoy al país" (domingo).
El mismo presidente Otto Pérez Molina, el pasado sábado después de una actividad pública en Santa Cruz El Chol, Baja Verapaz, anunció que Baldetti regresaría el domingo y ofrecería una conferencia de prensa.
"La vicepresidenta está haciendo un esfuerzo para llegar lo más pronto posible", resaltó el mandatario sin precisar más datos.
La confirmación del regreso de Baldetti el viernes y no domingo, se confirma luego que diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza ofrecieron pruebas que el vuelo privado de la vicemandataria había llegado viernes.
El anuncio lo hizo Mario Taracena, señalando que había videos que la Cicig podría reclamar para evidenciar el retorno de la funcionaria, además el parlamentario también señaló que el vuelo privado llegó hasta un hangar propiedad de Manuel Baldizón, sin embargo no ofreció pruebas de esto último.