Para llevar a cabo una estrategia eficiente, consideró importante que el cultivo sea materia de una propuesta más integral de desarrollo rural.
Lima, Andina. La erradicación compulsiva de la hoja de coca puede resultar peligrosa porque colocaría a los campesinos en la línea de la pobreza extrema, alertó el analista y sociólogo rural Fernando Eguren.
Para llevar a cabo una estrategia eficiente, consideró importante que el cultivo sea materia de una propuesta más integral de desarrollo rural.
“Veo que la opción de erradicación por sí sola es peligrosa, pues deja a los agricultores sin fuentes de ingresos alternativos. Eso sería un gran error”, expresó como investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes).
Dijo que los campesinos cultivan hoja de coca porque tienen escasas alternativas de obtener ingresos para sobrevivir, y por las características que tiene el narcotráfico, la producen en circunstancias muy complicadas, en un contexto de violencia y de acoso.
Destacó, por ello, el denominado modelo San Martín, donde el desarrollo alternativo de productos como el café y el cacao, se convirtieron en otras alternativas de ingresos.
“Para eso tiene que haber una presencia de Estado mucho mayor en término de facilitación, de créditos, de construcción de infraestructura, de asesoría técnica. Esto debe involucrar al Ministerio de Agricultura, y no solo a Devida y al Ministerio del Interior”, indicó.
Del mismo modo, alertó que una erradicación compulsiva puede generar brotes violentistas porque los campesinos se ven empujados a bloquear carreteras como protesta, o a enfrentarse a los erradicadores.
Eguren también recomendó llevar adelante la política antidroga anunciada por el jefe de Devida, Ricardo Soberón, basada en la prevención del consumo de sustancias ilegales, la interdicción de drogas, y el desarrollo alternativo.
Añadió que en el aspecto de la interdicción, debe centrarse esfuerzos en golpear a quienes abastecen de insumos químicos a los procesadores de la drogas, y a quienes lavan dinero en empresas fachada.
“Este punto, supone aplicar dos cosas importantes: primero, una labor de inteligencia mucho más importante, desarrollada y sofisticada; y segundo, coraje político porque en el camino se van a encontrar con personas e instituciones que tienen poder”, acotó.