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Agencia Stratfor: es imposible lograr una tregua con el narcotráfico mexicano
Miércoles, Enero 25, 2012 - 17:28

“El gobierno no puede acabar con los cárteles como tampoco puede acabar con el tráfico de drogas”, consigna el informe de la Agencia Stratfor.

Excelsior.com.mx. La violencia derivada del narcotráfico no puede ser detenida por una tregua, de acuerdo con un análisis de la agencia Stratfor.

“La única manera en que el gobierno mexicano puede llevar la violencia hasta lo que se considera como un nivel aceptable es que se permita que un cártel sea dominante en todo el país o una especie de tregua entre los cárteles hegemónicos del país: Los Zetas y la Federación de Sinaloa”, algo que no parece viable al menos en el corto plazo, asienta el think tank estadunidense en su reporte 2012 sobre la situación de México.

El estudio explica que, a fines de 2011, Los Zetas pasaron a ser el cártel más grande de México. Si bien perdieron 17 jefes de plaza y de célula, operan en 17 estados, mientras que la alianza de bandas del cártel de Sinaloa está en 16.

Se asienta que la violencia no se ha reducido: al contrario. El problema se agudiza porque las Fuerzas Armadas ya no pueden llevar su ofensiva antidrogas a nuevas partes del país, puesto que los 45 mil militares ya desplegados representan prácticamente la totalidad de los elementos de línea existentes.Las fuerzas de reserva, afirma Stratfor, son “escasas y pobremente mantenidas”.

La redistribución de soldados ha hecho que los delincuentes pasen a otros sitios.

“El gobierno no puede acabar con los cárteles como tampoco puede acabar con el tráfico de drogas”, consigna el informe.

La violencia persiste y Zetas crecen: Stratfor. La violencia en México persiste, aunque parece haberse desplazado geográficamente, pero hay una creciente polarización entre los grupos dominantes del narcotráfico, afirmó el grupo estadunidense de análisis Stratfor.

En esa situación, advirtió, la única forma en que el gobierno mexicano puede reducir la violencia en el país es mediante el aparentemente imposible método, a corto plazo al menos, de permitir el predominio de un solo grupo delictivo o negociar una tregua entre la Federación de Sinaloa y Los Zetas, opinó Stratfor.

Stratfor afirmó que para fines de 2011 Los Zetas pasaron a ser el cártel más grande de México, aunque perdió 17 jefes de plaza y de célula. La Federación o cártel de Sinaloa, por su parte, sufrió la baja de al menos diez miembros mayores. El cártel del Golfo está debilitado, pero ha mantenido el control de sus puntos fuertes.

Además, Los Zetas operan en 17 estados, mientras La Federación está en 16.

En su reporte 2012 sobre la situación de México, la organización privada de análisis de inteligencia consideró que el nivel de violencia en México no se ha reducido, pese a los reclamos del gobierno, al tiempo de indicar que las Fuerzas Armadas ya no pueden llevar su ofensiva antidrogas a nuevas plazas del país porque utiliza ya la mayor parte de sus fuerzas de línea, y por tanto “no parece que puedan volver a desplegar sus tropas sin poner en peligro lo que ya ha logrado”.

Al señalar que tanto La Federación como Los Zetas se han consolidado, el grupo de análisis apuntó que reflejan dos modos de operación radicalmente distintos: La Federación parece más inclinada a usar el soborno como arma de trabajo y pasa información a las autoridades para usarla contra sus rivales. “La violencia es una herramienta mas”, anotó.

Los Zetas, en cambio, “prefieren la brutalidad”, aunque pueden y a veces han recurrido a la corrupción. Según Stratfor, se inclinan más bien por la intimidación y la violencia y su forma de operación es “mucho menos sutil que la de sus contrapartes, y con un liderazgo compuesto por ex soldados de fuerzas especiales, usan la fuerza y el tenor para alcanzar sus objetivos”.

Otro contraste entre los dos grupos es que la estructura de La Federación de Sinaloa es más familiar (o más suelta) que jerárquica, como la de Los Zetas. Asimismo, hizo notar que Los Zetas han tomado la ofensiva y llevado la lucha a regiones que se consideran como bastiones de La Federación.

De acuerdo con Stratfor, el gobierno usa 45 mil hombres en su campaña antidrogas, que representan también el total disponible para combate en tierra. Pero su presencia en una serie de sitios es esencial para mantener logros.

“El gobierno no puede acabar con los cárteles como tampoco puede acabar con el tráfico de drogas”, consignó el informe, en el que considera que el gobierno mexicano no puede desarrollar operaciones ofensivas sin poner en peligro lo que ya ha logrado. Las fuerzas de reserva, agregó Stratfor, son “escasas y pobremente mantenidas”.

En ese marco, consideró que “la única manera en que el gobierno mexicano puede llevar la violencia hasta lo que se considera como un nivel aceptable es que se permita que un cártel sea dominante en todo el país -algo que no parece viable en el corto plazo- o una especie de tregua entre los cárteles hegemónicos del país: Los Zetas y la Federación de Sinaloa”.

Advirtió que ante los actuales niveles de violencia, “una tregua negociada por el gobierno entre Los Zetas y Sinaloa no será una tarea fácil, dado el nivel de animosidad y desconfianza que existe entre las dos organizaciones”. Para Stratfor, eso significa que “es improbable que tal tregua pueda ser negociada en 2012, pero esperamos ver más retórica en apoyo de una tregua como una forma de reducir la violencia”.

Peor aún, aseguró que “en lugar de retroceder a niveles aceptables para el gobierno mexicano, la violencia se ha mantenido”, aunque se ha desplazado geográficamente, disminuido en algunas ciudades y empeorado en otras.

“Por ejemplo, precisó, mientras que Ciudad Juárez, Chihuahua, fue otra vez la ciudad más mortífera en términos de números brutos, el número reportado de muertos totales en los informes anuales se redujo considerablemente, de 3 mil 111 en 2010 a mil 955 en 2011”.

A cambio, agregó, “estas reducciones parecen haber sido compensadas por aumentos en otras regiones, incluyendo Veracruz, Monterrey y en estados como Tamaulipas y Durango.

Dos grupos que se disputan al país. Tanto La Federación como Los Zetas se han consolidado. Ambos grupos tienen sus modos de operación radicalmente distintos: la Federación parece más inclinada a usar el soborno como arma de trabajo y pasa información a las autoridades para usarla contra sus rivales. La estructura de La Federación de Sinaloa es más familiar (o más suelta) que jerárquica, como la de Los Zetas. Este grupo criminal ha tomado la ofensiva y llevado la lucha a regiones que se consideran como bastiones de Sinaloa.

Los Zetas “prefieren la brutalidad”, aunque pueden y a veces han recurrido a la corrupción.

Según Stratfor, se inclinan más bien por la intimidación y la violencia y su forma de operación es “mucho menos sutil que la de sus contrapartes, y con un liderazgo compuesto por ex soldados de fuerzas especiales, usan la fuerza y para alcanzar sus objetivos”.

Dos se declaran culpables  en el caso Rápido y Furioso. Dos hombres se declararon culpables de adquirir armas que serían contrabandeadas a México, en lo que representa la primera vez que reconocen su responsabilidad personas que fueron seguidas por la fallida Operación Rápido y Furioso del gobierno federal.

Los individuos eran llamados “compradores fantasma” que reconocieron adquirir armas que sabían terminarían en México.

La meta de la investigación del gobierno federal era capturar a los capos del tráfico de armas, pero los agentes especializados en armamento perdieron el rastro de muchas de ellas que intentaban seguir hasta los jefes de los grupos de contrabando, y algunas fueron halladas después en escenas de delitos en México y Estados Unidos.

Tanto Jacob Wayne Chambers como Jacob Anthony Montelongo se declararon culpables el lunes ante una Corte federal de EU de un cargo de asociación ilícita. Montelongo también se declaró culpable de distribuir armas sin licencia.

Ambos reconocieron formar parte de un grupo de contrabandistas de 20 integrantes acusado de introducir armas a México para uso del cártel narcotraficante de Sinaloa.

Dos fusiles adquiridos por el grupo fueron hallados en el sitio donde se produjo una balacera en diciembre de 2010 cerca de la frontera entre México y Arizona, y en la que resultó herido de muerte Brian Terry, agente de la Patrulla Fronteriza. Las armas no fueron adquiridas por Chambers ni por Montelongo, sino por otro presunto miembro de la banda.

Una pesquisa de republicanos del Congreso está enfocada en la investigación.

Varios agentes de la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos han dicho que sus superiores les ordenaron permitir que presuntos compradores fantasma se alejaran de las tiendas de armas del área de Phoenix con fusiles de asalto AK-47 y otro armamento que se cree iban dirigidos a los cárteles mexicanos de las drogas, en lugar de arrestar a los compradores e incautarles las armas allí mismo.

La agencia federal perdió el rastro de unas mil 400 de las más de dos mil armas cuyas adquisiciones generaron sospechas entre los investigadores de Rápido y Furioso.

Chambers y Montelongo reconocieron haber comprado el armamento bajo la afirmación falsa de que era para su uso personal, cuando en realidad lo estaban adquiriendo para los organizadores del grupo y sabían que iba a ser contrabandeado a México.

Chambers compró 79 armas de tres distribuidores autorizados en Arizona de septiembre a diciembre de 2009 y recibió a cambio US$50 por cada AK-47 y US$100 por un fusil calibre .50 milímetros.

Montelongo adquirió 109 armas de ocho distribuidores en Arizona, de enero a julio de 2010. Le pagaron US$50 por las pistolas, US$100 por los fusiles y US$150 por cada uno de seis fusiles calibre .50 mm que compró.

Cada uno enfrenta hasta cinco años de cárcel y una multa máxima de US$250 mil. Su sentencia está fijada para el 21 de mayo.

Baltazar Íñiguez, abogado de Montelongo, y Phil Noland, abogado de Jacob Wayne Chambers, no devolvieron el martes de inmediato una llamada telefónica que solicitaba sus comentarios.

El juicio para el resto de los presuntos integrantes del grupo ha sido fijado para el 25 de septiembre.

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