La Sociedad Rural, junto con las otras tres grandes entidades del sector, dijo en un acto que"nosotros queremos agotar todas las posibilidades de diálogo con el gobierno, pero vamos camino hacia una gran movilización o un gran paro".
Buenos Aires. Las principales entidades rurales de Argentina realizaron el lunes un acto para reclamar un cambio en la política sectorial, que podría ser el inicio de una escalada de protestas contra la presidenta Cristina Fernández, con la que mantienen una relación difícil.
Argentina es uno de los mayores proveedores mundiales de alimentos, pero la actividad se ha visto afectada desde hace algunos años por los intentos del gobierno por regular un sector, cuyas principales exportaciones son también productos de consumo básico en el país.
El campo pide, entre otros reclamos, que el gobierno establezca reglas claras y reduzca impuestos para el trigo y la carne vacuna, dos producciones que fueron muy golpeadas en los últimos años.
"Se ahonda una política agropecuaria que ya ha demostrado su fracaso con números que están a la vista (...) Queremos sistemas transparentes y equitativos que permitan recuperar la capacidad productiva", afirmó Hugo Biolcati, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
La Sociedad Rural realizó el lunes, junto con las otras tres grandes entidades del sector, un acto en la ciudad de Coronel Pringles, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, una zona muy castigada por fuertes sequías en las últimas temporadas.
"Nosotros queremos agotar todas las posibilidades de diálogo con el gobierno, pero vamos camino hacia una gran movilización o un gran paro", dijo a Reuters Julio Currás, vicepresidente segundo de la Federación Agraria Argentina.
Los agricultores argentinos realizaron agresivas huelgas y protestas durante el 2008, que paralizaron las exportaciones y afectaron el abastecimiento de las ciudades por semanas.
Los productores pretenden que la presidenta Fernández elimine el impuesto a la exportación de trigo y que lo recorte para los pequeños productores de maíz y de soja -el principal cultivo del país-, pero esta tasa es una de las herramientas de recaudación más importantes del Gobierno.
Una eventual huelga comercial tendría lugar una vez que termine la recolección de la soja 2009/10 -en las próximas semanas-, que podría llegar al récord de 54,8 millones de toneladas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Sin embargo, aún no se ha decidido tal medida de fuerza.