El estudio empezó a contar las muertes desde 1995 porque, según el Ministerio Público, es el plazo máximo en el que según la ley, podría ocurrir un castigo por el crimen. Antes de 1995, los crímenes habrían prescrito y no podrían castigarse más.
RÍO DE JANEIRO, 30 abr (Xinhua) -- Al menos 64 periodistas, profesionales de la prensa y comunicadores murieron en Brasil durante el ejercicio de su profesión entre 1995 y 2018, según un informe del Consejo Nacional del Ministerio Público, divulgado hoy y en el que se alerta que el país sudamericano es el sexto más peligroso del mundo para los profesionales de la comunicación.
El estudio, bautizado como "Violencia contra comunicadores en Brasil: un retrato de las investigaciones en los últimos 20 años", destacó que la situación en el país sudamericano es "una verdadera violación a la libertad de expresión" y calificó la situación de "preocupante".
"Hoy, Brasil es uno de los países más violentos respecto al ambiente de actuación de los comunicadores", quedando "apenas detrás de países en manifiesta crisis institucional, política y hasta humanitaria, como Siria, Irak, Pakistán, México y Somalia", resaltó el informe. La mayoría de las muertes ocurrió en pequeñas ciudades y fueron periodista y comunicadores de grupos pequeños, entre ellos blogueros y locutores de radio.
Los tres estados en los que murieron más periodistas desde 1995 fueron Río de Janeiro (13), Bahía (7) y Maranhao (6). El informe destacó que de los 64 asesinatos, apenas en 32 se logró descubrir el autor, mientras que otros 16 están en proceso y 2 han sido parcialmente solucionados. En otras siete situaciones no se ha encontrado solución y en siete casos más fue imposible obtener alguna información. Desde 1995, el período con más asesinatos de periodistas en Brasil fue entre 2001 y 2016, cuando hubo una media de seis casos anuales.
En 2015, fueron ocho homicidios. "Pese a que los años siguientes indican una tendencia de disminución de la tasa de homicidios contra estos profesionales, 2018 volvió a presentar tasas más altas, cuando murieron cuatro comunicadores en el ejercicio de sus funciones", señaló el texto.
El estudio empezó a contar las muertes desde 1995 porque, según el Ministerio Público, es el plazo máximo en el que según la ley, podría ocurrir un castigo por el crimen. Antes de 1995, los crímenes habrían prescrito y no podrían castigarse más.