Tras el responso que cerró el velatorio, Luciana García afirmó que su padre "no dejó dicho cómo quería” que lo despidieran, pero consideró que sería en la sede del Partido Aprista Peruano.
Lima.- Luciana García Nores, una de las hijas del expresidente de Perú Alan García, dio a conocer este viernes una carta que su padre escribió a sus seguidores, en la que afirma que no quería sufrir "la injusticia” de ser detenido por presuntos actos de corrupción, y daba por satisfecha su misión como político y gobernante de su país. La lectura de la misiva la realizó durante el velatorio llevado a cabo en la llamada "Casa del Pueblo”.
"He visto a otros desfilar esposados, guardando su miserable existencia, pero Alan García no tiene por qué sufrir esas injusticias y circos, por eso les dejo a mis hijos la dignidad de mis decisiones, a mis compañeros una señal de orgullo y mi cadáver como una muestra de mi desprecio hacia mis adversarios, porque ya cumplí la misión que me impuse”, señaló el dos veces gobernante de Perú.
Tras el responso que cerró el velatorio, Luciana García afirmó que su padre "no dejó dicho cómo quería” que lo despidieran, pero consideró que sería en la sede del Partido Aprista Peruano "con todos sus compañeros”. Agregó que él fue "con todos y cada uno de sus hijos el hombre más cariñoso, engreidor, dulce y alegre” y que, al leer su carta de despedida, lo hacía con la "esperanza de que sus sinceras palabras ayuden a sanar nuestros corazones”.
"Que Dios proteja a los humildes”. En su carta, García, quien gobernó Perú en los períodos 1985-1990 y 2006-2011, señaló que creía que "conducir al aprismo al gobierno en dos ocasiones” fue "la misión” de su existencia y que por ese motivo sus adversarios "optaron por la estrategia” de denunciarlo durante más de 30 años, pero "jamás encontraron nada”. Añadió que "en este tiempo de rumores y odios repetidos que las mayorías creen verdad he visto cómo se utilizan los procedimientos para humillar o vejar y no para encontrar verdades”.
En otro párrafo del documento, García sostiene que "nunca podría haber precio suficiente para quebrar mi orgullo de aprista y de peruano, por eso repetí otros se venden, yo no”. Como cierre afirma que "no tengo por qué aceptar vejámenes” y pidió "que Dios, al que voy con dignidad, proteja a los de buen corazón y a los más humildes”.
El ataúd con el cuerpo del exmandatario realizó un recorrido por el centro histórico de Lima antes de ser llevado a un cementerio en las afueras de la capital, donde fue cremado en una ceremonia privada. Recordemos que Alan García se disparó en la sien cuando la policía llegó a su domicilio a detenerlo, en el marco de las investigaciones por el presunto pago de sobornos en el caso Odebrecht.