Mauricio Rodas sostuvo que los hostigamientos comenzaron antes de asumir la alcaldía de la capital ecuatoriana y que actualmente se traduce en centenares de grafitis a través de la ciudad "y campañas gigantescas de los medios públicos en nuestra contra".
Al mes de gestión, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, se siente contento por lo logrado: cumplir con la reducción de multas exageradas, emprender un plan nocturno de bacheo y pavimentación en toda la ciudad... Y por lo que viene: “En pocas semanas más habrá sorpresas de acceso gratuito a internet y rescataremos el de cultura”. Esto pese a que percibe que continúan las acciones de varios sectores interesados en hacer daño.
- ¿Cómo encontró el Municipio?
- En una situación realmente preocupante. Encontramos un Municipio desarticulado, cada dependencia trabaja de manera aislada. Existen 74 unidades de contratación pública diferentes, que realizan contrataciones bajo lógicas particulares.
- ¿Aún no pueden determinar el número de empleados?
- Nunca se nos dio la cifra exacta. Sabemos que en la administración central son unos 8.200 funcionarios, pero con las doce empresas metropolitanas, que son parte también de la corporación (municipal), oscilan entre 14 y 16 mil. También nos topamos con cosas lamentables como la pérdida de US$15 millones de un financiamiento no reembolsable que el Banco del Estado había otorgado para nuevas unidades de trolebús, ecovía y los recorredores.
- ¿Cuándo se debía ejecutar?
- En noviembre del 2013 se concedió, y en dos ocasiones se declaró desierta la licitación para adquirir las unidades; y a pesar de que pedimos durante la transición las gestiones para no perderlos, con fecha 9 de abril el alcalde encargado suscribió un convenio para devolver esos recursos.
- Varias veces ha dicho que se siente acosado, que tratan de torpedear su administración, ¿quién lo acosa?
- Sigue ocurriendo, hay sectores interesados en hacernos daño. Antes de tomar posesión, afuera del Teatro Sucre, había grupos que se identificaban con el movimiento de gobierno lanzando epítetos en nuestra contra y aquello no ha cesado. A lo largo de la ciudad hay centenares de grafitis, y hemos visto campañas gigantescas de los medios públicos en nuestra contra.
- ¿En el Concejo se refleja eso?
- Sí, ha sido complicado, ventajosamente estamos bajo un espíritu de apertura y hemos logrado superar esos escollos. Y a estos sectores interesados en hacernos daños les digo que pueden canalizar sus críticas por los canales democráticos, sin recurrir a pintar las paredes.
- ¿En el primer mes estuvo en riesgo la mayoría en la estructura de las comisiones?
- Fue un momento en que actuamos con firmeza, apegados a las normas.
- ¿A riesgo de que pierda su mayoría?
- Bueno, pero insisto que estoy aquí para defender los derechos de los quiteños; y haré todo lo necesario apegado a la ley para cumplir con ese mandato.
- ¿La alianza SUMA-VIVE sigue intacta?
- El movimiento VIVE tuvo una reunión en la que ratificó el apoyo al alcalde y creo que la alianza está consolidada.
- ¿Y qué pasa con Antonio Ricaurte, goza de su confianza?
- Yo estoy siempre dispuesto a dialogar con los 21 concejales y estoy aquí para trabajar con todos y les he pedido que en el momento de votar pensemos siempre en la ciudad.
- ¿Necesitará de mayoría para tomar decisiones fuertes como la construcción del metro, hasta qué punto puede contar con el apoyo de VIVE?
- Hemos tomado ya decisiones sobre la construcción del metro y tras una exposición que hice en el pleno, todos los concejales quedaron satisfechos con el informe donde se amplía el plazo para la entrega de la obra. El plazo de construcción se mantiene en 36 meses.
En los próximos días vamos a presentar el plan integral de rescate del transporte público metropolitano, que incluirá acciones para resolver de forma urgente los problemas del transporte...”.
Yo no cambio de posiciones, me parece preocupante que un tema tan sensible para la democracia, como es la reelección indefinida, sea producto de los últimos resultados electorales”.