El resultado de esta votación, rechazada en gran medida por reformistas cuyos líderes están bajo arresto domiciliario, no tendrá mayor impacto en la política exterior de Irán, incluyendo su disputa nuclear con Occidente.
Teherán. Los candidatos leales al líder clerical supremo iraní ganaron más del 75% de los escaños en las elecciones parlamentarias, según mostró un recuento casi completo de los votos, reduciendo en gran medida el accionar del presidente Mahmoud Ahmadinejad en una batalla entre dos facciones ultra conservadoras.
El resultado de la votación del viernes, rechazada en gran medida por reformistas cuyos líderes están bajo arresto domiciliario, no tendrá mayor impacto en la política exterior de Irán, incluyendo su disputa nuclear con Occidente. Sin embargo, le dará al líder supremo Ayatollah Ali Khamenei una importante ventaja de cara a la elección presidencial del 2013.
Es probable que la derrota generalizada de los partidarios de Ahmadinejad erosione la autoridad del presidente, quien se encuentra bajo el escrutinio de los aliados de Khamenei por desafiar la autoridad máxima del líder supremo en la jerarquía gobernante de Irán.
Con un 90% de las urnas escrutadas, se espera que los candidatos de Khamenei ocupen más de tres cuartos de los 290 asientos en el Majlis (Parlamento), según una lista publicada por el ministerio del Interior.
En la carrera por los 30 escaños de la capital Teherán, un recuento de Reuters de resultados preliminares no oficiales mostró que los candidatos de Khamenei habían tomado 19, y los de Ahmadinejad el resto.
Los candidatos de Khamenei ganaron en las ciudades musulmanas chiíes de Qom y Mashhad y estaban liderando en otras ciudades importantes como Isfahan y Tabriz, donde más del 90% de los votantes apoyó a Ahmadinejad en las elecciones parlamentarias del 2009.
Incluso en áreas rurales, que han sido bastiones de Ahmadinejad y su marca populista de nacionalismo no clerical, los leales a Khamenei parecen haber logrado cerca del 70% de los escaños.
A los candidatos independientes y a las mujeres les fue relativamente bien en muchas ciudades de provincia, donde basaron su campaña en las preocupaciones inmediatas -generalmente económicas- de sus electores.
La economía iraní, basada en la energía, está sufriendo gravemente por las sanciones de Occidente, impuestas por su negativa a detener la actividad nuclear y abrirse a la supervisión de inspectores de la ONU.
El lunes se esperan los resultados finales de la elección. Es muy difícil comparar estos resultados con el Parlamento saliente, ya que los leales a Khamenei y Ahmadinejad estaban unidos en las elecciones del 2008, obteniendo cerca del 70% de los escaños.
Pero analistas dijeron que Ahmadinejad, que tiene prohibición constitucional para postularse a un tercer mandato, no cederá fácilmente ante la derrota de sus partidarios y podría contraatacar.
"El comando de Ahmadinejad no ha sido demolido. Tenemos que esperar y ver qué pasa después de que el nuevo Parlamento se reúna en junio", dijo el analista Hamid Farahvashian.