"Uno de los principales logros de esta reunión es que ahora contamos con 1.000 millones de dólares en compromisos no estadounidenses", declaró Stoltenberg durante una rueda de prensa en el segundo día de la cumbre en la capital polaca.
Varsovia. Los aliados de la OTAN acordaron el sábado colaborar con el financiamiento para ayudar a las fuerzas de seguridad de seguridad afganas por un monto cercano a los 1.000 millones de dólares al año, pese a la fatiga pública en los países de Occidente por su participación en el prolongado conflicto.
Durante una cumbre de dos días en Varsovia, los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte también instaron a los líderes afganos a aumentar sus esfuerzos en el combate a la corrupción, a hacer reformas electorales y a proteger los derechos humanos, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
"Uno de los principales logros de esta reunión es que ahora contamos con 1.000 millones de dólares en compromisos no estadounidenses", declaró Stoltenberg durante una rueda de prensa en el segundo día de la cumbre en la capital polaca.
"Estamos muy cercanos (al objetivo) y estoy convencido de que alcanzaremos ese nivel", agregó Stoltenberg.
La OTAN ha estado presente en Afganistán desde 2003 y ha invertido decenas de miles de millones de dólares en ayudar al país a estabilizarse. Pero el empeoramiento en la situación de seguridad y el resurgimiento del movimiento talibán han obligado a los aliados a revisar sus planes de reducción de tropas.
El presidente estadounidense Barack Obama anunció esta semana que se aplazaría el plan de bajar a casi la mitad el número de soldados desplegados en Afganistán para fines de 2016, y que en cambio se mantendrá a 8.400 militares hasta el final de su mandato, hasta enero próximo.
Actualmente, hay unos 13.000 soldados estadounidenses y de otros países sirviendo en la misión de la OTAN en Afganistán. Su rol es entrenar a las fuerzas afganas. Estados Unidos tiene tropas adicionales en Afganistán que se ocupan de operaciones antiterroristas.
Afganistán enfrenta varias crisis, como la debilidad de su economía, un Gobierno debilitado por las luchas internas y una corrupción endémica. Tanto el presidente Ashraf Ghani como el jefe del ejecutivo, Abdullah Abdullah -quien disputó con Ghani la elección presidencial de 2014-, participaron en la cumbre de la OTAN.