En una entrevista con el juez español Baltasar Garzón y el politólogo Pedro Medellín, el ex mandatario la emprendió contra el jurista ibérico.
El ex presidente Álvaro Uribe Vélez siguió con la defensa de su gobierno por los llamados falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales por parte de agentes del Estado.
En una entrevista con el juez español Baltasar Garzón y el politólogo Pedro Medellín, el ex mandatario la emprendió contra el jurista ibérico.
Frente a los cuestionamientos de Garzón, Uribe no ocultó su molestia y llevó la entrevista en Canal Capital a un agudo rifirrafe (enfrentamiento verbal).
"Yo con usted hablé claramente siendo presidente. A mí me sorprende porque si alguien sabe cómo fue mi gobierno, fue usted", le dijo Uribe a Garzón.
Cuando el juez le dijo que no quería que tomara como acusación sus preguntas Uribe le replicó: "uno no es cómo dice ser sino cómo es".
Luego fue más allá al recordar sus procesos que han revestido importancia a nivel internacional.
"Usted tiene una equivocación, yo no soy Pinochet ni Fujimori... tiene esa equivocación juez... veo esa equivocación en las preguntas", manifestó.
Vale la pena recordar que Garzón cobró fama internacional por promover una orden de arresto contra el exdictador chileno Augusto Pinochet por la muerte y tortura de ciudadanos españoles durante su mandato, y por crímenes contra la Humanidad, basándose en el informe de la Comisión chilena de la verdad.
Cuando habló en concreto de las ejecuciones extrajudiciales, Uribe señaló que "primero se me acusaba de que no había hecho nada frente a los falsos positivos y hoy se me acusa que por actuar frente a los falsos positivos debilité el fuero militar (...) la defensa mía no es política es factual y de hechos".
Recordó que en 2003 frente a las quejas de algunas ONG que advertían asesinatos de campesinos para pasarlos por guerrilleros, tomó la decisión de no permitir que los uniformados tocaran los cuerpos hasta que llegara el CTI des Fiscalía.
Además, insistió en que fue quien pidió que esos procesos pasaran a la justicia ordinaria y no fueran de conocimiento de los tribunales castrenses.